Cada 3 de mayo, miles de católicos asisten a la misa  para bendecir la ‘Cruz de Mayo’, ésta se elabora con las hojas de laurel de cera, que en su mayoría se encuentra en los Cerros Orientales.

La Secretaría de Ambiente a través de capacitación, divulgación, labores de inteligencia y operativos de control, busca proteger este árbol, ya que muchos feligreses ignoran que la comercialización es ilegal.

En 2007 fueron incautados 110 bultos de laurel de cera, mientras que en 1997 fueron 647. Hasta la fecha, con esta campaña se han decomisado cerca de 4000 bultos desde 1996. Se espera que este año, las incautaciones sean inferiores a los periodos anteriores.

La campaña la adelantan la Dijín, la Empresa de Acueducto, la Corporación Autónoma Regional y la Secretaría Distrital de Ambiente, en donde se planearon las actividades operativas para controlar el aprovechamiento, transporte y comercialización del Laurel de Cera.

Por lo anterior, los organismos de apoyo y contratistas de las oficinas del Aeropuerto y Terminal están alertas acerca de la campaña, las características de la especie y el cronograma de operativos.

También se está informando a la ciudadanía, en especial a los administradores de las plazas de mercado, ya que estos son los principales puntos de venta, al igual que centros comerciales espacio público y Cerros Orientales.

Según Juan Antonio Nieto, secretario distrital de Ambiente, todo material que circule será decomisado, ya que es ilícito. Además insiste en que toda la ciudadanía debe estar enterada de que en el Nuevo Sistema Penal Acusatorio, el Código Penal establece penas drásticas por daño grave a los recursos naturales.

«Las penas pueden incluso acompañarse de cárcel, tanto para el comercializador, como para el que hace la extracción y los que hacen uso final», agregó el Secretario.

La entidad recomienda utilizar otros productos en reemplazo de la ‘Cruz de mayo’ como espigas de trigo, ramas de mirto, la brisa o el clavel, ya que no causan ningún deterioro a los recursos naturales. También pueden emplear plantas vivas como símbolo. Los católicos deben recordar que el Vaticano catalogó todo crimen contra la naturaleza como un pecado.