Venezuela calificó el lunes la incursión de un avión militar estadounidense en su espacio aéreo como una nueva provocación de su enemigo Washington, un día después de que denunció que tropas colombianas también habrían entrado ilegalmente en su territorio.

La tensión entre Caracas y sus principales socios comerciales se ha intensificado luego que la Interpol confirmó la semana pasada la validez de archivos en computadoras incautadas a las FARC, los cuales han sido base de acusaciones de parte de Bogotá y Washington de que el presidente Hugo Chávez tiene nexos con la guerrilla.

«No es sino un eslabón más en la cadena de provocaciones en la que se quiere envolver a nuestro país», dijo el ministro de Defensa venezolano, Gustavo Rangel, quien consideró que fue una acción deliberada por parte de Estados Unidos.

El incidente se produjo en la noche del sábado, cuando radares detectaron que una aeronave sobrevolaba el archipiélago de La Orchila, a 160 kilómetros al noreste de Caracas, donde opera una base militar venezolana, según el Gobierno de Chávez.

Un funcionario del Pentágono confirmó a Reuters que una aeronave S-3, especializada en combate contra submarinos pero que también es utilizada en labores de inteligencia y vigilancia, entró en espacio venezolano debido a una falla en su sistema de navegación.

«Fue un S-3. Entró directamente en el espacio aéreo venezolano. Tenía problemas intermitentes de navegación», dijo un funcionario de defensa estadounidense, quien habló en Washington bajo condición de anonimato.

El avión pertenece a la fuerza militar conjunta del Sur, un grupo antinarcóticos basado en Key West, Florida, y que tenía una misión desde y para Curazao, donde aterrizó posteriormente sin problemas, precisó.