La nueva flecha humana se llama Bolt, Usain Bolt. Un jamaicano de 21 años muy alto (1,96 metros), delgado y que parecía destinado a reinar en los 200 metros, estableció la nueva plusmarca mundial de los 100 metros en la reunión de Nueva York. Bolt paró el cronómetro en unos inabordables 9 segundos y 72 centésimas, dos centésimas menos que el anterior récord que poseía desde el año pasado su compatriota Asafa Powell.

El ambiente era eléctrico a aquella hora en el Icahn Stadium, el mismo en el que Leroy Burrell logró su récord del mundo de 9.90 en el año 1991. La lluvia había obligado a retrasar una hora el inicio de las pruebas. Luego, más lluvia y amenazas de relámpagos forzaron otra interrupción de 45 minutos. De hecho, alguna figura presente en Nueva York, como el vallista chino Liu Xiang, renunció a correr alegando que la pista estaba resbaladiza.

Tras el segundo disparo, el jamaicano, que también se ha ganado el apodo de Relámpago, salió mucho más rápido que en la primera ocasión y se disparó hacia la línea de meta, por delante del campeón mundial de 100, 200 y 4×100 metros, Tyson Gay, que debió conformarse con el segundo puesto (9.85). Tercero fue el también estadounidense Darvis Patton (10.07).
Bolt, que estaba en principio destinado a la prueba del doble hectómetro –en la que fue subcampeón del mundo el año pasado precisamente por detrás de Gay–, aprovechó a la perfección el ambiente eléctrico de Nueva York y un viento a favor de 1,7 metros por segundo, dentro de lo permitido (2,0 m/s). «Ha sido una carrera perfecta al 99%», reconoció el rey mundial del esprint.