Artunduaga: de sal y de dulce Noticia Extraordinaria

GECHEM Y GLORIA POLANCO SE ENAMORARON EN LA SELVA

GECHEM Y GLORIA POLANCO SE ENAMORARON EN LA SELVA Por Édgar Artunduaga Sánchez

Cuando el amor llega así de esa manera, uno no se da ni cuenta”, dice “Caballo Viejo”, la canción del venezolano Simón Díaz.

Y eso le pasó al ex senador Jorge Eduardo Gechem, quien después de un segundo matrimonio de 24 años, y con más de 50 años de edad, creía que esas batallas hacían parte de su historia.

Pero la soledad del secuestro. La orfandad, la humillación, la crisis de salud, sumados a la necesidad apremiante del afecto cercano, lo llevaron a enamorarse de una compañera de cautiverio, la muy bonita Gloria Polanco, casada por ese entonces con Jaime Lozada, asesinado “accidentalmente” por la guerrilla en una carretera del Huila.


En las fiestas sampedrinas, en el hervidero de Neiva, caliente por el clima y los chismes, el romance de Gechem y Gloria es la comidilla en clubes y tablados.

La versión, sin embargo, no es nueva. Yo lo sugerí en columna reciente cuando dije que Gechem tenía derecho a nuevas glorias. Por eso me sorprendió la declaración tajante del ex congresista, quien dijo que no había otra mujer de por medio.

Lucy Artunduaga, mi pariente, lo desmintió este domingo y dijo que desde que se vieron en Caracas (cuando los secuestrados fueron entregados al Presidente Chávez) ella entendió que su marido ya no era suyo.

La pariente está segura que Gechem anda con otra mujer. Y no le cabe la menor duda de que esa otra mujer es Gloria Polanco, viuda de Lozada. Lo sabe, lo comprobó, lo ha discutido con sus hijos. Y también con el ahora ex marido.

El asunto es de presentación.

¿Cómo explica Gechem que en diciembre le decía a su esposa Lucy que la adoraba, que por favor le ayudara a salir de la selva, cuando ya andaba de amores con Gloria Polanco?.
¿Y cómo le hace entender Gloria a sus hijos que mientras Jaime Losada, su esposo, luchaba por su liberación, había pagado una cuantiosa suma por el rescate de sus dos hijos, ella comenzaba un romance con Jorge Eduardo?

El Huila, que conoce a todos los protagonistas, está tomando partido, en algunos casos de manera perversa.

Quienes elogian la nueva relación, advierten que la viuda tiene derecho a rehacer su vida, y más cuando Jaime no se comportó muy bien en su ausencia. Lo menos que dicen es que tenía novia.
Y justifican la conducta de Gechem, por el temperamento muy fuerte, dominante de Lucy, que –además- no tenía buenas relaciones con los hijos del primer matrimonio. Amén de las discusiones sobre los temas económicos.

Otros encuentran un abuso de los nuevos novios. Mientras Lucy, por un lado, y Jaime Lozada, por el otro, luchaban a brazo partido por el regreso de sus cónyuges, éstos hacían “manitos” en la selva. ¡Inaudito!.

El tema circula por todas las casas y recintos del Huila. Suena más que el sanjuanero, que lo ponen miles de veces. Lucy ha ido a varios eventos y se le ve muy triste. Gloria está radiante. Gechem, prudentemente, descansa. O sufre.

Mi amigo Orlando Cadavid me recuerda que “el amor es eterno, mientras dura”.
De paso, ha surgido una nueva coalición política. Gechem es muy liberal y Gloria muy conservadora. Y ambos tienen hijos que quieren ser políticos. Gechem hace campaña para el Senado. Gloria para la Gobernación. Y mi pariente Lucy se atravesará en todo. También quiere llegar al Congreso.

(Y tengo más. Después les cuento).

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