Un estudio contratado por la Federación de Departamentos propuso a los gobernadores y al Ministerio de Hacienda una serie de alternativas para mejorar sus ingresos.

La primera es que hay impuestos de los que se podría obtener mejor provecho. Es el caso del impuesto sobre automotores, que hoy se cobra a los propietarios por utilizar las calles y que se paga de acuerdo con el precio y la edad del vehículo.

En cuanto al consumo de cigarrillos y tabaco, la comisión cree que el tratamiento diferencial por el valor de la cajetilla genera un problema: los productores ajustan su precio al impuesto de menor valor. Por eso proponen unificar la tasa para tabacos y cigarrillos nacionales y extranjeros. La idea es que sea «lo más alta posible considerando los riesgos de impacto en el contrabando».

Para los impuestos al consumo de bebidas alcohólicas, los expertos creen que lo más benéfico para las regiones sería unificar todos los actuales (a la cerveza, a los vinos y a los licores) y establecer una tarifa determinada por cada grado alcoholimétrico.