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Tropas rusas regresan a la ciudad georgiana de Gori y al puerto de Poti

Tropas rusas regresan a Georgia

Blindados rusos han regresado a la ciudad de Gori y al puerto de Poti, en el centro y el oeste de Georgia, respectivamente, según han informado fuentes oficiales y medios informativos georgianos.

El jefe de la policía de la región de Gori, David Tabuzaze ha declarado que esta madrugada un número indeterminado de acorazados rusos entró nuevamente en la ciudad, situada a 25 kilómetros al sur de la frontera administrativa con Osetia del Sur.

«No sabemos cuántos (blindados), porque no nos permiten entrar en Gori», dijo el jefe policial a la emisora de radio ‘Imedi’. Anoche más de medio centenar de blindados rusos comenzaron a abandona Gori en dirección a la separatista Osetia del Sur, aunque de confirmarse la información georgiana las tropas rusas volverían a ocupar esta zona estratégica.

El secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Georgia, Alexandr Lomaya, declaró a la Televisión Pública que había sido testigo en primera persona del repliegue de un convoy de blindados rusos.

Gori, una estratégica localidad que se encuentra a unos 70 kilómetros al noroeste de Tiflis, y está bajo el control de las tropas rusas desde hace más de una semana.

Por otra parte, la cadena de televisión ‘Imedi’ ha informado también de que esta mañana varios transportes blindado rusos entraron en la base naval situada en el puerto de Poti. Además las tropas rusas mantienes bajo su control las ciudades de Zugdidi y Senaki, en el noroeste de Georgia, así como varias localidades menores.

El Mando militar ruso ha anunciado que a partir de mañana, viernes, aceleraría el repliegue de sus tropas del territorio georgiano administrado por Tiflis. Las autoridades georgianas, así como Estados Unidos y la OTAN, demandan la retirada inmediata de las fuerzas rusa del territorio georgiano.

Moscú presentó este miércoles una propuesta propia de resolución por el conflicto de Georgia en el Consejo de Seguridad de la ONU, que reproduce los seis principios reflejados en la anterior resolución.

Propuesta que fue rechazada de inmediato por Francia y EEUU. «Este proyecto de resolución es una interpretación rusa que no podemos aceptar», anunció el representante estadounidense ante Naciones Unidas, Alejandro Wolff.