Tres senadores de la Comisión Séptima del Senado se volaron a la hora de votar el proyecto sobre igualdad de derechos para los homosexuales, como lo hizo en su momento Teodolindo Avendaño con la reelección presidencial, situación que lo tiene hoy en la cárcel.

Sorprende que la lista de “fugados” la encabece el congresista Rodrigo Lara Restrepo, quien habla tanto de honestidad y ética. Y renunció como Zar Anticorrupción supuestamente porque el Presidente Uribe le habría mentido. O quizá ocultado información sobre un tema tan sensible como el narcotráfico.

Lara no alcanzó a recoger sus documentos personales (procedían a votar) y se retiró intempestivamente, para eludir la responsabilidad y obligación de votar en cualquier sentido.

Junto con Lara se retiraron –en las mismas condiciones- los senadores Germán Aguirre y Jorge Eliécer Ballesteros. El último aduciendo presiones y amenazas, según relató en Radio Santa Fe la senadora Gloria Inés Ramírez, ponente de la iniciativa.

Me parece pantalonudo (aunque incoherente) el senador Jesús Bernal Amorocho, quien votó en contra del proyecto. Bernal pertenece a la bancada del Polo Democrático y ha sido un hombre de izquierda, como que fuera presidente del Sindicato de Empleados de la extinta Caja Agraria. Pero se quedó, votó y asumió una conducta política.

Al margen de las consideraciones sobre el proyecto -que comparto plenamente y que me parece absurdo enterrar-, considero grotesca la conducta de Lara y compañía, al estilo Teodolindo.

Tener carácter y asumir posiciones (está claro) no es el común denominador en el Congreso.