La guerrilla de las FARC negó que existan contactos con el Gobierno colombiano para liberar al ex congresista Óscar Tulio Lizcano, en delicado estado de salud, e indicó que tras el rescate de Ingrid Betancourt y tres estadounidenses al Ejecutivo dejaron de importarle los demás rehenes.

Un comunicado de los rebeldes publicado hoy en la página de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol) y firmado por el Bloque Iván Ríos de las FARC señaló que lo único que hay en marcha «es un operativo del Ejército que busca por todos los medios un desenlace fatal de la situación del prisionero».

Lizcano es uno de los tres políticos que permanecen retenidos por las FARC y por su delicado estado de salud el alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, anunció el pasado 9 de octubre que el Gobierno está dispuesto a facilitar una acción humanitaria para que los rebeldes lo liberen.

«La cara de fingida consternación del comisionado, el vicepresidente (Francisco Santos) y el comandante de las Fuerzas Militares (general Freddy Padilla), es la cara de la hipocresía», afirmó el mensaje rebelde.

Las FARC responsabilizaron al Gobierno por las consecuencias que se puedan generar en caso de que se intente un rescate de los 29 rehenes que la guerrilla mantiene secuestrados para canjearlos por sus hombres presos en cárceles de Colombia y Estados Unidos.

«Luego de la fuga de Ingrid Betancourt, el pasado 2 de julio, y de los tres estadounidenses, al Gobierno del presidente Álvaro Uribe no le importa la suerte final de ningún prisionero», añaden los insurgentes.

Lizcano se encuentra en poder de esa guerrilla desde el 5 de agosto del año 2000 cuando fue secuestrado en el departamento de Caldas, a unos 250 kilómetros de Bogotá.

Sus familiares han denunciado que está en un grave estado de salud, según las interceptaciones telefónicas a los rebeldes por parte de la inteligencia militar en las que hablan de Lizcano.

De ahí que el Comisionado de Paz haya señalado que se han hecho «muchos esfuerzos para enviar mensajes a los miembros de esta estructura de las FARC» que lo tiene en su poder, y de que se haya autorizado a algunas personas para que contacten a esa guerrilla para buscar la libertad del ex congresista.

La última prueba de vida del dirigente político fue entregada a sus familiares en abril pasado en un video que recibió la ex mediadora para un canje de rehenes entre las FARC y el Gobierno colombiano, la senadora Piedad Córdoba.

Autor: EFE