Bomberos de California luchan contra las llamas avivadas por el viento. Los incendios, que afectan a un área comprendida entre la localidad de Santa Bárbara y el sureste de Los Ángeles, han destruido más de 800 casas, desde caravanas hasta mansiones millonarias, y ha obligado a miles de personas a acudir a los refugios.

Aunque los partes meteorológicos apuntan que es posible que los fuertes vientos cesen en pocas horas -avanzan por algunas zonas a 63 y ya no a 130 kilómetros por hora-, los bomberos continúan trabajando a destajo en los distintos focos que vienen declarándose desde el pasado jueves.

El incendio de Sayre, que se originó durante la madrugada del viernes en una zona forestal cerca de Sylmar, al norte de Los Ángeles, ha quemado unas 3.900 hectáreas y más de 500 casas móviles.

Ésta es la zona de Los Ángeles más castigada por el siniestro y, por ahora, los bomberos han logrado contener alrededor del 30% de las llamas en este área.

«Estamos a merced del viento. La madre naturaleza no ha sido muy buena en las últimas 15 horas», ha dicho el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa. De momento, 11 personas han resultado heridas en la región.