El Grupo de Río acordó ayer aunar esfuerzos para hacer frente a la crisis económica y defender sus derechos en un posible nuevo orden financiero mundial, el mismo día en el que aprobó la inclusión de Cuba como miembro pleno del organismo, que pasa a tener 23 integrantes.

Estas decisiones fueron asumidas durante la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de este organismo, que se celebró en Zacatecas, México.

En una rueda de prensa al concluir el encuentro, Patricia Espinosa, la canciller de México, indicó que «hubo coincidencia en las preocupaciones que se plantearon, en la necesidad de asegurar que haya fuentes de financiamiento para los países en desarrollo, que esta crisis financiera no redunde en una contracción de los recursos».

También abogaron porque «haya una mejor y mayor supervisión» del sistema financiero y «que en el proceso de definición se vea participación activa y una visión incluyente», de Latinoamérica.