Órden Público

Ejército rescata humilde mujer que había sido secuestrada pensando que era esposa de hacendado

–Una humilde mujer que fue confundida por la esposa de un hacendado, fue secuestrada en el Putumayo, pero en una rapida operación del Ejército logró ser rescatada, sin que los antisociales se hubiesen percatado del error.

La acción de reacción se produjo por tierra y aire, por parte de las tropas de la Vigésima Séptima Brigada de Selva y de la Aviación de Ejército.

El hecho registrado en la vereda La Esperanza, municipio de Villa Garzón, tuvo un buen desenlace, gracias a la presión ejercida por soldados del Batallón de Contraguerrillas N°59 “Bayardo Pareada Ojeda”, con apoyo del Grupo Gaula Caquetá y efectivos del Batallón de Infantería N°25 “Domingo Rico”, iniciaron una persecución terrestre detrás de siete hombres que habían plagiado a la señora Rosa Caro.

La señora Caro había sido confundida por los secuestradores con la esposa de un hacendado de la zona y por su rescate estaban pidiendo 40.000.000 de pesos. Gracias a la oportuna información de la Red de Cooperantes se pudo dar inicio a la operación de rescate.

La persecución contó con el apoyo de un helicóptero de la Aviación de Ejército, quien según lo afirmo la plagiada, fue quien terminó de intimidar a los secuestradores, pues les llevaban muy de cerca el rastro.

Luego de un tiempo prolongado de la persecución, los individuos continuaron la huida, abandonando a la señora en medio de una zona agreste, recriminándose tener que dejar libre a su víctima, quien según ellos “debía ser alguien importante porque hasta helicópteros habían venido en su rescate”, según manifestó Rosa Caro.

“Tan pronto pudieron me obligaron a ponerme una camiseta verde militar y a correr por esos terrenos agrestes… en varias ocasiones me caí y ellos sólo me encañonaban con sus armas, me decían palabras vulgares, me amenazaban con matarme y me maltrataban físicamente para que me incorporara para continuar con la huida”.

“Cuando sentí esos helicópteros encima sentí ansias pero me daba esperanzas ver que ellos temían por la cercanía de los militares y pensé que tal vez me dejarán libre… ya ven…doy gracias al Ejército y a este esfuerzo tan grande que realizaron para conseguir mi liberación en tan corto tiempo, uno nunca piensa que esto terminé bien… ahora estoy acá con la tranquilidad de que esta noche voy a dormir junto a mis hijitos… Dios los bendiga…», concluyó la mujer.