Internacional

Un centenar de países firma el tratado para la prohibición de las bombas de racimo

Un centenar de países reunieron este en Oslo para firmar el Tratado que prohíbe las bombas de racimo, una munición devastadora para las poblaciones civiles.

Este nuevo instrumento legal prohíbe el uso, producción, transferencias y almacenaje de este tipo de bombas, que se han venido utilizando en todos los grandes conflictos armados desde los años 60.

El alcance del Tratado es, sin embargo, limitado, por la ausencia de los principales productores y usuarios como los Estados Unidos, Rusia, China, Israel, la India y Pakistán.

«El mundo es un lugar más seguro hoy. Este es el acuerdo humanitario más importante de la última década», ha declarado Richard Moyes, copresidente de la Coalición contra las Bombas de racimo, que agrupa a cerca de 300 ONG.

Noruega ha sido la primera en estampar su firma en este acuerdo, que incluye como elemento innovador el hecho de obligar a los firmantes a ayudar a los países y personas víctimas de esta munición.

El Gobierno español, que ha asistido a la conferencia y ha firmado el tratado, ya ha anunciado su intención de eliminar los proyectiles lo antes posible.

Las bombas de racimo pueden contener varios centenares de «bombitas» más pequeñas, que se dispersan sobre un extenso perímetro, pero no estallan de forma inmediata. Esto las convierte, en la práctica, en minas antipersonas, prohibidas por el Convenio de Ottawa de 1997.