Internacional

China manda su artillería pesada para luchar contra la piratería de Somalia

Tres buques chinos han partido hacia las aguas cercanas a Somalia para ayudar a combatir a la piratería que asola la zona. La tripulación la forman alrededor de 800 personas, 70 de las cuales son tropas especiales de combate.
El comandante de la misión, el contralmirante Du Jingchendg, ha explicado que se habían realizado «preparaciones especiales» para combatir a los piratas, «incluso en aguas que no son familiares» para los barcos chinos . «Nuestro principal objetivo no es combatirles sino dispersarles», resumía Du, aunque ha avanzado que la misión podrá tomar «medidas» más allá si no funciona el sistema pacífico de escolta.
Al margen de gestos simbólicos, la última vez que embarcaciones chinas patrullaron las aguas de África data de hace seis siglos, de la época de la dinastía Ming. Seiscientos años después, los destructores DDG-171 Haikou y DDG-169 Wuhan y el barco de abastecimiento Weishanhu de la flota del Mar Meridional han zarpado de un puerto de la ciudad de Sanya en la isla sureña china de Hainan.
Japón podría seguir los mismos pasos
También Japón se está planteando enviar buques para combatir a los piratas aunque de momento no hay nada cerrado sobre qué, cómo o cuándo culminaría esta intención, según ha anunciado el portavoz del Ejecutivo, Takeo Kawamura.
El primer ministro japonés, Taro Aso, ha ordenado al ministro de Defensa, Yasukazu, que analice cómo podría luchar contra los piratas el Ejército nipón. «Ordenó al ministro de Defensa acelerar las consideraciones de tal forma que se pueda actuar rápidamente», ha indicado Kawamura.
El Ejecutivo no sólo se enfrenta a dificultades logísticas, sino también legales y diplomáticas, ya que las actividades de su Ejército están limitadas por su Constitución pacifista, elaborada después de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, la intención de Aso y su Gabinete es evitar hechos como los sucedidos este año, ya que en septiembre los piratas liberaron tras meses de asalto una embarcación japonesa y a sus 21 tripulantes. La liberación se realizó previo pago de un rescate de dos millones de dólares.