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Coronel Aldana se declara inocente; fiscal afirma que Erika Generis fue desmembrada cuando estaba viva

En una audiencia que duró cerca de 10 horas, la fiscalía imputo cargos al coronel José Joaquín Aldana por el asesinato de su esposa Erika Generis Gutiérrez y aseguró que “la maltrató, le desfiguró la cara y la desmembró viva, con un bisturí”.

El coronel Aldana fue cobijado con medida de aseguramiento por el juez sexto penal de Ibagué por su presunta responsabilidad en el pavoroso crimen, pero el oficial no aceptó los cargos imputados por la fiscalía y se declaró inocente.

El oficial será trasladado en las próximas horas a la Cárcel de Facatativá, en Cundinamarca, según lo dispuso el juez sexto penal de Ibagué.

Durante la audiencia, el fiscal Álvaro José Galindo Cruz señaló que el crimen de habría ocurrido en la residencia de la pareja, aparentemente por razones pasionales.

Según el funcionario, el oficial “la maltrató, le desfiguró la cara y la desmembró viva, con un bisturí”.

Tambien señaló que «el tratamiento que le dio al cuerpo, como quitarle las huellas dactilares y desmembrarla fue para ocultar su identificación” y que además arrojó el cadáver en una zona de alta temperatura para que se descompusiera rápido”.

El fiscal advirtió que este procedimiento solo lo podía hacer alguien con amplio conocimiento en criminalística y precisamente, subrayo, Aldana esa tecnólogo en criminalística».

«Los días 9, 11 y 12 de septiembre fueron hallados restos humanos, esparcidos en la vía que del municipio de Ibagué comunica con Alvarado, los investigadores determinaron que se trataba de una persona de sexo femenino, que había sido descuartizada y literalmente martirizada, de acuerdo con los cortes que se pudieron observar», precisó el fiscal.

«La forma como murió esta persona fue determinada después de un arduo informe de medicina legal realizado por especialistas forenses, quienes precisaron que la occisa habría recibido 48 cortes en su cara, hecho que se realizó después de muerta y con el firme propósito de entorpecer las labores de identificación, pues también tenía cercenados los pulpejos de sus dedos, para evitar un reconocimiento dactiloscópico», agregó.

Entre tanto, la defensa de Aldana presentó diez pruebas para desvirtuar las acusaciones que le fueron imputaddas.

Una de ellas fue un examen practicado a Aldana en el cual se le dictaminó una tendonitis crónica en su mano derecha, que no le permitía cerrarla de manera normal ni realizar un esfuerzo prolongado con esa extremidad.

«Esta es la prueba irrefutable que el crimen que se le está imputando fue realizado por una persona totalmente distinta al coronel Aldana y según esto, es prácticamente imposible que mi defendido hubiera sido su autor, además, la Fiscalía siempre expresó que el hecho fue cometido solamente por el imputado», expuso el abogado Jorge Enrique Lozano Guarín.

Sobre la prueba de las muestras de sangre encontradas en los ductos de desagüe de la casa, explicó que la cadena de custodia había sido rota, además que en ningún lugar del informe se menciona que las muestras halladas correspondieran a sangre humana, por el contrario, «siempre en el informe se enfatiza en que la prueba dio resultado negativo y que simplemente corresponde a residuos de dos ADN diferentes».

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