La policía frustró una fuga masiva, que dejó como resultado 10 uniformados heridos y cinco menores con serias lesiones.

Luego del reconteo final, se logró establecer que ninguno de los menores logró fugarse, luego que se informara que cerca de cincuenta de los juveniles reclusos no aparecían en las instalaciones del centro de trabajo El Redentor.

Según las autoridades, los menores estuvieron a punto de eludir el cerco en medio del desorden y casi lo logran escapar por El Liceo Campestre Cafam, ubicado en cercanías del lugar de los hechos.
Según la Defensoría del Pueblo, los jóvenes estaban armados con objetos cortopunzantes, piedras, palos y tejas, atacaron a los guardias, dejando heridos a algunos de ellos. Una subintendente fue golpeada en la cara con un ladrillo y dos parrilleros terminaron apuñalados.

Cinco menores resultaron heridos, dos con politraumatismos y tres con varias fracturas.

Los agentes heridos fueron trasladados al Hospital central de la Policía y los menores a los hospitales de Kennedy y Meissen.

Seis de los muchachos que finalmente lograron evadirse, fueron recapturados, luego de un operativo con cien patrulleros.

Por su parte Margarita Cortéz, subdirectora de responsabilidad social del ICBF, en diálogo con Radio Santa Fe, reconoció que las condiciones no son las mejores y que el centro de trabajo tiene capacidad para 350 jóvenes y en el momento están recluidos allí, más de 370 muchachos.

El Centro de trabajo El Redentor, es el lugar donde los menores entre 14 y 18 años que delinquen, son privados de la libertad máximo durante tres años, dependiendo de la gravedad del delito.