Judicial Nacional

Investigan extraña muerte de una joven que al parecer fue contactada por Facebook

Según los padres de Diana Carolina Vargas Páez, de 18 años, ella salió a esa hora a cumplir una cita que tenía con un personaje, con el que mantenía contacto a través de la red social Facebook.

Una de sus amigas, de nombre Karen, le contó a sus familiares que se despidió de la joven en la esquina de la calle 63 con 13, sector de Chapinero, a las 6:15 p.m. y después no volvió a saber de ella.

«Otra de sus compañeras de estudio de nombre Natalia, quien estuvo con ella a la salida del Sena, contó que Diana Carolina le había dicho que iba a cumplir una cita y que más tarde llamaría para decirme que se iba a demorar. Pero nunca lo hizo. Las otras estudiantes del Sena dicen que se dieron cuenta cuando ella recibió una llamada al celular y que la escucharon decir ‘ya voy para allá'», refirió Martha Páez, madre de la asesinada.

Desde el día viernes los padres de la estudiante se dedicaron a buscarla por toda la ciudad.

«El sábado nos fuimos al parque Lourdes, en donde nos dijeron había ido a cumplir la cita. Nos acercamos al CAI a pegar una foto y fue precisamente cuando uno de los policías reconoció una cadena y un dije que tenía puesta Diana en la fotografía. «Es la misma que llevaba puesta una niña que encontramos muerta hoy», nos dijo el policía», siguió relatando en medio del doloroso drama Martha Páez.

Los allegados a Diana Carolina buscaron el viernes a un experto para que descifrara la clave que diera acceso a su perfil de Facebook, y al hacerlo descubrieron detalles importantes.

«Relacionamos su asesinato con el Facebook porque le encontramos en su muro de correos un mensaje en el que ella respondía nos encontramos el jueves. La citaron para matarla», puntualizó Martha, quien indicó, además, que notaron también que el hombre con quien ella había establecido contacto ya había borrado todos sus mensajes de la página, algo que resulta para ellos muy sospechoso.

Según el padre de Diana Carolina, las autoridades deberían tener en cuenta y hacerle seguimiento a la información que quedó grabada en el perfil de la joven y también algunas situaciones que ocurrieron antes de su muerte.

«Hace un tiempo ella tuvo un novio que no la dejaba tranquila. Además supimos que la había amenazado porque no quería regresar con él, apesar de ella tener un nuevo enamorado», explicó José Vargas, conductor de vehículos pesados y progenitor de la occisa. Diana frecuentaba, por lo menos tres veces por semana, un café internet que está muy cerca a su lugar de residencia ubicado en la calle 75 con la carrera 71B, del barrio Bonanza, en la localidad de Engativá.

«Era nuestra clienta por que aquí se sentía en confianza, debido a que soy un conocido de sus padres, quienes provienen del departamento de Boyacá», señaló Dagoberto Lancheros, propietario del negocio.

Era la mayor de tres hermanos, el segundo de once años y un pequeño de 11 meses, «que era su adoración y hasta decía que era su hijo», contó una tía. El cadáver de la estudiante lo entregó el domingo Medicina Legal.

(Con información de Colprensa)

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