Las autoridades venezolanas aseguran tener más pruebas en contra de los ocho colombianos detenidos para acusarlos de espionaje, aunque todavía no los han condenado porque las evidencias están en proceso de revisión.

El Gobierno venezolano acusó ayer a su similar de Colombia de querer presentarse como víctima en el caso de unos presuntos espías colombianos detenidos en Venezuela. Así mismo indicó que existen pruebas para establecer su culpabilidad por el delito de espionaje.

De acuerdo con el Ejecutivo bolivariano, que lidera el presidente Hugo Chávez Frías, “el Gobierno de Álvaro Uribe ha hecho pública una posición inaceptable frente a las legítimas y sustanciadas denuncias del Gobierno de Venezuela sobre el descubrimiento de una operación de espionaje”.

Los ocho colombianos detenidos aún no han sido condenados por la justicia venezolana porque queda pendiente la revisión de “fuertes indicios de espionaje, entre ellos computadoras, fotografías, códigos secretos o semisecretos, actividades extrañas, contradicciones entre ellos”, aseguró Chávez Frías.

Sobre el tema, el ministro del Interior, Tareck El Aissami, expresó que “se han recabado otros indicios más graves aún de los que teníamos y que inicialmente permitieron la detención de estos ocho colombianos, que de por sí ya eran indicios muy graves sobre un plan contra la seguridad del pueblo venezolano”.

El Ministro insistió en que hay indicios de que se iba a atacar “la infraestructura eléctrica, vial y de servicios públicos”.

Agrega la defensora del Pueblo de Venezuela, Gabriela Ramírez, que las fotografías en las cámaras de los ocho colombianos avalan la apertura de un proceso en su contra, ajustado a la ley venezolana.

“Tenían fotografías de pilotajes de puentes, depósitos de combustible, uniformes y funcionarios uniformados como la Guardia Nacional, instalaciones eléctricas y torres de telecomunicaciones”, dijo Ramírez, quien agregó que “es extraño que habiendo recorrido el estado Anzoátegui hayan tomado fotos de esas instalaciones y no haya ninguna de sus playas y sus paisajes turísticos”.

No violaron los DD.HH.

El Aissami, ante las denuncias de violación a los derechos humanos de los colombianos recluidos, dijo que era “una infamia de la burguesía mundial”, y aseguró que en el proceso se ha actuado “conforme a establecido por la Constitución”.

Por su parte, la defensora Ramírez afirmó que los detenidos, seis hombres y dos mujeres, han recibido un trato digno, se les han respetado sus derechos y han tenido comunicación con el consulado y con sus familias.

“Han dejado constancia en actas de que han tenido un trato digno, han dispuesto de servicio medico y han expresado que conocen los motivos por los que han sido privados de libertad”, manifestó la Defensora.