Política

71 municipios se blindaron contra la corrupción y la apatía política

Con la decidida acción del gobierno colombiano y el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través del componente de Gobiernos Locales del programa ADAM, la institucionalidad ha venido cobrando fuerza y credibilidad en regiones que durante años fueron sometidas por los grupos al margen de la ley, y en donde los ilícitos imponían su hegemonía y dominio sobre la economía.

La cooperación internacional centró sus esfuerzos en el desarrollo de proyectos productivos, de infraestructura y fortalecimiento de organizaciones comunitarias, brindándole a la vez al Estado herramientas para alcanzar una solidez política y social que le permitió aumentar la capacidad de respuesta ante las demandas de los ciudadanos.

Especial atención merecen los programas de fortalecimiento institucional que involucraron al ciudadano de a pie, al campesino, líder comunitario, indígena, presidente de junta, concejal o gobernador, quienes, de una u otra forma, colocó su grano de arena para devolverle la majestuosidad a la institucionalidad.

Los resultados a lo largo y ancho del país son muy dicientes. ADAM –USAID fortaleció 820 Juntas de Acción Comunal convirtiéndolas en gestoras de la planeación y el desarrollo local. Por otro lado, más de 450 organizaciones de poblaciones afro, indígenas, mujeres y jóvenes se fortalecieron logrando articularlas a los espacios de decisión local, 75 cabildos indígenas y 51 consejos comunitarios afrocolombianos reglamentaron sus territorios.

Un logro destacado es la capacitación que se les entregó a 2.500 concejales de 71 municipios a través del programa “Viernes del Concejal”. Hoy están más preparados para servir con eficiencia a los ciudadanos que los eligieron, así como para ejercer un mejor control sobre las decisiones de los alcaldes. Adicionalmente los entes territoriales fueron fortalecidos en las áreas financieras, fiscales y de planeación, así como en servicios públicos.

Un ejemplo es que 25 municipios de quinta y sexta categoría, cuyas empresas de servicios públicos arrojaban pérdidas, se transformaron para cederle esta responsabilidad a la comunidad a través de Administraciones Públicas Cooperativas (APC) que hoy ofrecen un servicio eficiente y generan ingresos.

Finalmente, se sintió la presencia del Estado a través de los Programas Nacionales: 21.227 personas de poblaciones humildes se beneficiaron de actividades de alfabetización, cedulación y atención y prevención en salud, al tiempo que tuvieron acceso a procesos de construcción de la convivencia a través de los juegos campesinos y los planes de seguridad.

Gracias a la intervención de USAID, hoy estas personas y administraciones municipales tienen más herramientas y capacidad para gobernar sus vidas y blindar su territorio contra el imperio del mal que traen consigo los ilícitos.