Internacional

China y Corea del Norte no son tan cercanas como aparentan: Wikileaks

China conoce menos de Corea del Norte, tiene sobre ésta una influencia menor de lo que se cree y posiblemente aceptaría una reunificación de la península bajo dominio de Corea del Sur, de acuerdo con archivos diplomáticos estadounidenses que filtró el cibersitio WikiLeaks.

Los documentos – llamados telegramas aunque eran principalmente mensajes en clave de email -, exponen un panorama de las dificultades de tres países para comprender a un régimen aislado y radical en medio de una escasez de información y muestran la dependencia de los diplomáticos de Estados Unidos y Corea del Sur en el análisis y las interpretaciones de China.

La difusión de los textos, que incluyen discusiones de planes de contingencia para hacer frente a la caída del régimen y conjeturas sobre la fecha en que podría ocurrir, ha sido posterior a las nuevas tensiones suscitadas en la región.

Corea del Norte bombardeó hace una semana con fuego indiscriminado de artillería una isla surcoreana, donde causó la muerte de cuatro personas, y desde entonces ha advertido que las maniobras navales conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur han acercado a la península al «borde de la guerra».

Este ataque se suma a una cadena de actos provocadores de Corea del Norte: una prueba nuclear ilegal y disparos de prueba de varios misiles; el hundimiento con torpedo de un barco de guerra surcoreano y más recientemente su anuncio de que además de su programa sobre plutonio podría buscar el desarrollo de la bomba atómica.

Aunque los documentos abren un panorama que corresponde al periodo previo a las tensiones más recientes, también ofrecen los enfoques de China, Corea del Sur y Estados Unidos sobre Corea del Norte.

En ocasiones, China parece desconocer o tener incertidumbre en torno a temas que van desde quién será el sucesor del gobernante norcoreano Kim Jong Il hasta los planes de enriquecimiento de uranio de ese país y su prueba nuclear, lo cual sugiere que Pyongyang actúa con el mayor sigilo incluso frente a su aliado más importante.

A una pregunta sobre el programa de enriquecimiento de uranio, un funcionario chino dijo en junio del 2009 al cónsul general estadounidense en Hong Kong que Beijing creía que «sólo se encontraba en su fase inicial», lo cual constituye a la luz de los acontecimientos actuales una subestimación muy grande.

AP