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La administración distrital no pudo con la avenida Ciudad de Cali

Tras los fuertes aguaceros que cayeron durante toda la tarde de este sábado, los organismos de socorro, las autoridades como entidades del Distrito, se vieron a gatas para tratar de descongestionar la avenida Ciudad de Cali, la cual nuevamente colapsó con los fuertes represamientos, trabajos de adecuación incompletos y falta de autoridad.

Este tramo de vía que atraviesa la capital por el borde occidental, desde un comienzo ha sido un fracaso, toda vez que no se aprovecharon los espacios para construir una verdadera autopista, que de alguna manera podría descongestionar a la ciudad por todo el occidente.

Desde que se puso en marcha, la avenida Ciudad de Cali, ha tenido todos los tropiezos de una obra mal calculada, desde tramos angostos hasta la mala calidad de la obra, ya que aún persisten los gigantescos daños que se evidencian en los inmensos huecos que saltan a la vista desde el sur hasta el norte de la avenida.

En un comienzo, con la aparición de los graves daños que se evidenciaron en el tramo del Tintal hasta la calle trece, se trataron de reparar, pero con el paso de todo el período del alcalde Samuel Moreno, estos daños nunca se pudieron concluir.

Más de cinco años ha tratado el IDU de cambiar y arreglar la malla asfáltica de este tramo, pero a punto de concluir el 2011, estos arreglos no se van a poder entregar.

Si se hace un recorrido desde el norte hasta el sur, fácilmente se encontrarán en cada doscientos y trescientos metros hoyos profundos que superan hasta los 30 centímetros, eso sin contar tramos angostos que dificultan la movilidad como la calle décima, Esperanza, calle 68 y calle 80, los cuales pudieron haber sido de hasta cinco carriles, pero las administraciones distritales pasadas no le pusieron interés a esto y se puso a funcionar así de manera improvisada.

Los traumatismos que deben vivir diariamente los residentes de todos estos barrios del occidente de Bogotá por donde pasa la Cali son de nunca acabar, precisamente como el de ayer, donde nuevamente por culpa de un aguacero colapsó por más de cuatro horas.

Lo cierto es que no se avizora una solución rápida y de calidad, por parte de la administración que entrará a regir los destinos de la ciudad a partir del primero de enero de 2012, que permita mejorar la movilidad y mucho menos que se piense ampliarla en aquellos sectores donde es un verdadero cuello de botella.

La Avenida comienza en la localidad de Bosa en el barrio La Libertad en la futura Avenida Bosa. Continúa hacia el norte, pasando por el Portal de las Américas de TransMilenio, luego atraviesa las localidades de Kennedy, Fontibón y Engativá, hasta el sector del Rubí y El Japón en la localidad de Suba, aledaño al Humedal Tibabuyes.

Desde ese punto el trazado de la vía fue recientemente construido (enero de 2008), la cual se extiende en diagonal hasta la calle 131, donde retoma su tramo hacia el norte, pasando por el Portal de Suba (Calle 142) y el Hospital de Suba (Calle 153) para finalizar en la futura extensión de la Calle 170, la cual va a tener solución a partir del 2012 y 2013.

La cruda verdad para transportadores y pasajeros es que seguirán sometidos a la mala calidad de esta avenida, a la inseguridad, a una vía que nunca se la ha visto limpia, a los huecos y una “callecita”, por decirlo así, ya que desde un comienzo se pensaba en una solución vial para el occidente, pero que después de una década es y seguirá siendo un verdadero polvorín social para la ciudad, si el próximo alcalde no le mete la mano.

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