Conflicto Armado Judicial Noticia Extraordinaria

Los disparos eran ahí cerquita de mí: Luis Alberto Erazo

El sargento de la Policía Luis Alberto Erazo, contó como logró salvar su vida durante el ataque que el Ejército hizo al reducto guerrillero que lo mantenía en su poder desde hace 12 años.

En diálogo con Caracol Radio, el ex rehen de las Farc señaló que salvó su vida porque corrió en sentido contrario al de sus cuatro compañeros de cautiverio que fueron ejecutados por los guerrilleros.

De acuerdo con el uniformado, sobre las 9:00 de la mañana del sábado «yo estoy doblando una toalla… y se viene la granizada de disparos y al momentico siento los impactos, uno en la cara y otro en el cuello, y dije: ‘la cosa ya es conmigo’, porque ya los disparos eran ahí cerquita de mí».

Señaló que «lo único que se me ocurrió fue correr hacia el monte… Y se me pegan dos guerrilleros y me logré esconder hasta que pasó todo», agregó el suboficial desde la Clínica de la Policía, donde es atendido.

Erazo dijo que el comandante del frente 63 de las Farc, alias «Arturo Rojas», les había dicho a los secuestrados que en caso de que hubiese un cruce de disparos con la fuerza pública «nosotros… debíamos correr hacia el lado de ellos (o de los rebeldes) porque ellos nos iban a sacar y nos iban a entregar sanos y salvos a nuestras familias».

De acuerdo con Erazo, a la hora del cruce de disparos «a mí se me olvida la consigna que me había dado este ‘Arturo’ y yo corro hacia el monte y mis compañeros corren hacia donde ellos…, y allí fue que ellos (los rebeldes) los mataron a mansalva y sobreseguros».

«Los asesinaron tan ‘malmente’ que mi capitán (Edgar Yesid) Duarte venía enfermo de un pie… y no podía caminar», puntualizó el Sub Oficial.

El policía sobreviviente dijo que tras permanecer varias horas escondido escuchó el ruido de una motosierra y que, con miedo de que fueran guerrilleros, se acercó con prudencia y se preguntó: «Estos ‘manes’ qué». A los pocos minutos, agregó, vio que pasó un hombre con un casco. «Estos son militares», dijo, y de inmediato se les entregó a los integrantes de fuerzas del orden, quienes lo abrazaron en el acto.

El sargento precisó que al campamento rebelde habían llegado el viernes en compañía de unos 42 guerrilleros. Observó que desde hacía mes y medio eran sometidos a caminatas extensas y agotadoras en Caquetá.

Erazo dijo que en la última década tuvo como compañero de cautiverio al asesinado suboficial militar Libio Martínez, quien había sido secuestrado el 21 de diciembre de 1997.

El otrora rehén comentó que cuando los guerrilleros que lo custodiaban se enteraron de la muerte de su máximo jefe, Alfonso Cano, el 4 de noviembre pasado, sólo atinaron a decir: «Esos son actos de la guerra, uno se va y otro queda».

Erazo fue internado la víspera en una clínica de la Policía, donde es sometido a chequeos médicos.

Los comentarios están cerrados.