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Masacre de las Farc en Arauca: A los reclutas los mandan como carne de cañón

Los 10 soldados masacrados por las Farc en el municipio de Arauquita, Arauca, habían sido enviados a combatir a la guerrilla 3 meses después de haber sido incorporados, apenas con la simple instrucción que se les imparte antes de «jurar bandera». El único preparado para la guerra era el suboficial que los comandaba y que también perdió la vida.

Así lo aseguró en diálogo con Radio Santa Fe don José Bonilla, padre del soldado Yanid Hernán Bonilla Castillo, uno de los reclutas vìctima de la emboscada de las Farc en la vereda Las Cruces, de Arauquita.

“Los mandan para que sean carne de cañón de la guerrilla, ahí es donde está mi dolor», expresó el padre de Yanid Hernán. ¿Por qué no mandan a la gente profesional que tiene el Ejército”, preguntó

«A mi hijo lo remataron con un tiro de gracia en la cabeza, afirmó don José Bonilla.

Nayid Hernán Bonilla, oriundo del Tolima, y quien había cumplido 20 años de edad en enero, recibió un impacto en el cráneo y le salió
por uno de los ojos, el cual desapareció, señalo su padre.

“Error táctico o no lo cierto es que los soldados no se podían mover porque estaban sitiados por la guerrilla. Los francotiradores los tenían jodidos”, precisó don José.

También dijo que la masacre fue ejecutada por un grupo de 25 a 30 guerrilleros, en su mayoría mujeres, quienes son más feroces y sanguinarias que los hombres, según se lo habían advertido varios suboficiales del Ejército.

“Yo hable con ellos y me dijeron que preferían enfrentar a 20 hombres y no a 2 mujeres guerrilleras que son sanguinarias y se ensañan con lo que están haciendo”, precisó.

Dijo que irresponsablemente su hijo fue mandado a la guerra, con una simple instrucción, apenas 3 meses después de haber sido incorporado.

Don José contó que la última vez que habló con su hijo fue el viernes, pues este lunes salían de permiso de 20 días y estaba coordinando el viaje de Arauca a Ibagué.

El hecho es que no sabían su el transporte aéreo lo suministraba el Ejército o tenían que costearlo cada uno de los soldados, por lo cual estaban pidiendo 135 mil pesos que estaba recolectando el cabo que también murió en la emboscada.

Juan José Rodríguez, padre del soldado Mauricio Rodriguez, muerto igualmente en el ataque de las Farc, aseguró tamién que su hijo «no tenía las instrucciones ni el entrenamiento para enfrentarse a la guerrilla en una zona tan peligrosa como es Arauca”.

Añadio, además, que el muchacho no estaba apto para prestar el servicio militar pero que lo tuvo que hacer porque necesitaba la libreta.

Igual pronunciamiento hizo Floralba Ayala, madre del soldado Juan Obidio Ortiz Ayala, quien tenía l8 años.

“Él simplemente sabía coger un azadón, era un campesino no más”, señalo. “Era un campesino enamorado de los cultivos de café pero se presentó al Ejército para tener la libreta y después trabajar”, precisó.

9 de los soldados asesinados por las Farc eran oriundos del Tolima.

Ayer fue sepultado en Ibagué Muricio Rodríguez y hoy, en la misma capital tolimense están siendo sepultados otros 7. La novena víctima, Edilberto Rincón, fue trasladado al municipio de Villahermosa.

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