Las Fuerzas Armadas de Colombia adelantan una “operación tortuga”, como consecuencia de la falta del fuero militar, que les impide actuar con celeridad y eficacia contra las guerrillas y otros grupos armados ilegales, según lo aseguró a través de Radio Santa Fe el analista político Alfredo Rangel.

Por eso han caído en picada las acciones ofensivas contra las guerrillas, mientras que estas organizaciones han incrementado sus ataques a todos los niveles y en todo el país, subrayó Rangel, director del Centro de Seguridad y Democracia de la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá.

Es evidente el retroceso en la política de seguridad, precisó. El hecho es cierto, verificable y comprobable, añadio el analista, pues advirtió que en el primer trimestre de este año se ha presentado una reducción del 59 por ciento en las acciones militares contra los grupos armados ilegales, con relación al mismo lapso del año anterior.

“Es el más bajo índice de los últimos cinco años”, aseguro Rangel, quien advirtió que los retenes de la guerrilla han tenido un incremento de un 400 por ciento; los sabotajes a la infraestructura nacional un 57 por ciento y los ataques a las empresas petroleras, un 160 por ciento.

Atribuyó estos hechos a la incertidumbre jurídica en que se encuentran los miembros de las Fuerzas Armadas por no tener el fuero militar.

Añadió que por falta de este mecanismo legal, cada vez que hay combates y se producen bajas en el enemigo, las tropas tienen que suspender las acciones ofensivas, cercar el área y esperar que los fiscales procedan a levantar los cadáveres.

Dijo que además, todos los uniformados involucrados en los combates, son vinculados a un proceso penal.

“Esto es rutina de casi todos los días”, precisó el analista, quien subrayó que bastó un pronunciamiento de la organización Human Rights Watch para que el gobierno nacional retirara el articulo del fuero militar de la reforma judicial y ahora habrá que esperar por lo menos dos años para que se restablezca este instrumento juridico que le permite actuar con celeridad y eficacia a la fuerza pública.

Destacó que esta caida permanente en la operatividad de las tropas, en cuya raíz esta la inseguridad jurídica por falta de fuero militar, sin lugar a dudas ha sido aprovechada por la guerrilla para aumentar sus acciones violentas contra el Estado, contra la sociedad y contra la economía nacional en muchas regiones del país.

Subrayo que aun cuando la Constitución Política en su Artículo 221 establece claramente que todos los delitos cometidos por militares en servicio activo y en desarrollo de sus funciones serán conocidos y juzgados por tribunales militares, en la actualidad todas las acusaciones de que son objeto los uniformados las conocen de oficio y en primera instancia los fiscales y los jueces civiles.

Advirtio que esta jurisdicción ordinaria genera entre las tropas una inmensa e insuperable desconfianza pues en muchos casos esos fiscales y jueces civiles han demostrado que no tienen la imparcialidad, ni la objetividad, ni el conocimiento necesarios para impartir justicia.

Rangel afirmo que las Fuerzas Militares de Colombia son las únicas que en la historia universal están soportado la abolición del fuero militar en medio de una confrontación armada y agregó que “rescatar ese fuero es una de las urgencias del momento, pues se ha convertido es un asunto crucial para nuestra seguridad nacional”.

Aclaró que el fuero militar no es un privilegio para los combatientes del Estado, sino una garantía necesaria que todas las democracias le otorgan a sus soldados, ciudadanos que ponen en riesgo mortal sus vidas para proteger la seguridad de la nación entera.