Internacional

OEA acepta modificaciones al sistema de DDHH, crecen críticas a CIDH

La OEA aceptó el informe de reformas del sistema interamericano de derechos humanos solicitado por los gobiernos de Ecuador y Venezuela, pero aplazó las decisiones a nueve meses, para discutirlas con las partes involucradas.

Durante la 42 asamblea general de la Organización de Estados Americanos, que se adelanta en Bolivia, el organismo internacional le dio vía libre las modificaciones al sistema de DDHH en la región, pero advirtió que no entregará una decisión en seis meses, como estaba planteado, sino quenecesitara al menos nueve para abordar los cambios.

«En el plazo de seis meses, o a más tardar en el primer trimestre del 2013, dichas propuestas se pondrán a consideración de una asamblea general extraordinaria», explicó el ministro de Exteriores anfitrión, David Choquehuanca.

Esta solución salomónica permite que salven la cara tanto los Gobiernos de la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba) como sus rivales, empezando por Estados Unidos, e incluso muchos que aguantaron agachados la tormenta.

El informe exige que todos los países americanos se adhieran a los instrumentos del sistema, así como modificar los estatutos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que consulte a los Estados antes de emitir medidas cautelares.

También propone que la CIDH revise sus criterios y procedimientos para la elaboración de informes sobre los países que necesitan mejorar en materia de derechos humanos.

Bolivarianos contra la CIDH

La CIDH ha sido objeto de un gran pulso diplomático durante la asamblea. Los presidentes de Bolivia y Ecuador, Evo Morales y Rafael Correa, respectivamente, expresaron duras críticas hacia el organismo y consideraron que requiere de grandes cambios para garantizar su imparcialidad y transparencia. Otros países, como Colombia o Costa Rica, defendieron que la CIDH debe mantener su carácter autónomo e internacional. Ante la falta de acuerdo sobre cómo reformar el organismo, los miembros de la OEA decidieron retomar el asunto «en un plazo de seis meses, o como mucho en el primer trimestre de 2013».

El eje bolivariano acusó la comisión para la Libertad de Expresión de la CIDH de reflejar la hegemonía de medios de comunicación que no ejercen “la libertad de expresión sino de extorsión” en un ejercicio de poder que, en su opinión, permite una “dictadura de los medios” contra los gobiernos progresistas de la región.

La polémica generada por estas acusaciones ha forzado a que los ministros de Exteriores celebren varias reuniones a puerta cerrada para tratar sobre el futuro del tribunal supranacional americano al que recurren numerosos ciudadanos cuando se agotan las vías de litigio en sus países.

La prensa boliviana ha advertido del peligro de los ataques a la CIDH. En Cochabamba, los dirigentes de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), la Asociación Boliviana de Radiodifusoras (ASBORA) y la Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia han rechazado las propuestas referidas a reformar el Tribunal y han expresado su preocupación ante la posibilidad de que estos “ajustes signifiquen un debilitamiento”. “Comete un error, el presidente Correa, al echar la culpa de sus problemas al mensajero”, dijo el director ejecutivo de la ANP, Juan León, que agrupa a los dueños de los medios escritos de Bolivia.

La canciller de Colombia, María Angélica Holguín, al mencionar el papel de la CIDH ha expresado la convicción de que el “sistema interamericano debe mantener su independencia y autonomía” para ejercer su labor de acompañamiento a los Gobiernos en la defensa de los derechos humanos.

Santa Fe con agencias