Como medio para reparar el daño causado a los patrulleros de la policía Werlin Wilmar Escobar y Héctor Gustavo Niño, el Gobierno Nacional, decidió condecorar a los uniformados con la medalla de servicio distinguido.

La mención fue entregada por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien reconoció como un buen desempeño de su servicio, el acto de los patrulleros que estuvieron bajo presión, por haber pedido al senador Eduardo Carlos Merlano, que se practicara una prueba de alcoholemia.

Merlano incurrió en la falta de negarse a practicar la prueba solicitada, argumentando que era senador y que tenía 50 mil votos a favor, así mismo, el comandante en Barranquilla, general Oscar Pérez Cárdenas, vía telefónica les ordenó no hacerle la prueba ni imponerle sanción, ya que expresó que no le importaba si Merlano iba borracho.

Días después del incidente, los patrulleros Escobar y Niño, de 23 y 26 años, presentaron su retiro de la institución, argumentando que no encontraron respaldo entre sus superiores frente a la investigación que se adelantaba.

Sin embargo su retiro no fue aceptado, y el general Cárdenas fue quien resultó dejando la policía tras admitir que el llamado de atención que recibieron de parte suya los patrulleros fue «injusto y descontextualizado»