Por: Carlos Fradique-Medez
DIA INTERNACIONAL DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.

Perdón mujer por las heridas,
Por el daño causado
De pensamiento, de palabra y obra,
Por acción u omisión.

Perdón si no he logrado
Al paso de los años
Haberte respetado
Y amar tu corazón.

Perdón por haberte engendrado
Sin desearte, sin conocer tu madre,
Sin saber de su ancestro,
En una sin razón… locura sin sentido.
Sin prever tu futuro que hoy quisiera
Saber que no es incierto.

Perdón niña mujer
Si lapidé tu vida en pleno amanecer
De tu existencia y frustré la esperanza
De compartir tus victorias y alabanzas.

O si al nacer te regalé
Una bolsa y un espacio en la acera
De una calle encerrada
Con el riesgo de morir abandonada
O el albur de que una viajera
Fugaz te rescatara.

Perdón mujer
Si fue por mi egoísmo, o por pasiones
O por salvajes celos
Que terminé con tus sueños e ilusiones.

Perdón por mi ignorancia al creer
Que por ser el hermano
O la hermana mayor tenía poder
Para imponer
Mi voluntad y mis mandatos.

Perdón,
Si me atreví a impedir que fueras
El apoyo y la otra mitad de mi hijo amado
Porque nunca tuve confianza
En tus valores y trabajos.

Perdón,
Si te hice creer que eras solo
Capaz de no hacer nada
Y oscurecí tu rostro
Con velos que ocultan el mañana.

Perdón si te negué el derecho
A saber que hay mil afectos
Y no solo mi machista afecto.

Perdón si robé el corazón
De quien te amaba
Y te amaría con gran amor
Si yo no hubiera
Osado entrar en su existencia.

Perdón por la promesa mentirosa,
Por la falsa ilusión,
Por haberte cambiado el buen destino
Por un rudo camino
En vez de uno de rosas.

Perdón por haber impedido
Gozar de tu inocencia
Y en vez de consentir muñecas
Haberte puesto a alimentar los hijos.

Perdón por haber enseñado
A los varones que son valientes
Y son machos si gritan,
Insultan, se drogan y si beben
Y tratan como de su propiedad a las mujeres.

Perdón por haberte negado
La ciencia que libera
Y haberte encadenado
A una tarea
Que te obliga a vivir de prisionera.

Perdón mujer, perdón mujeres
En nombre de hombres y mujeres
Que han lastimado sus cuerpos
Sus pasiones, sus almas, sus afectos.

Y no solo perdón…
Hagamos la promesa,
Y que sean de oro las palabras,
De que nunca jamás habrá dolor
Ni abusos, ni golpes, ni quejas.
Ni una lágrima

Carlos Fradique-Méndez