Opinión

Abofeteando a la viuda de ‘Tirofijo’

Por Mauricio Botero Caicedo

Sandra Ramírez, la abofeteada, no es una viuda cualquiera: es nada menos que la viuda de ‘Tirofijo’, aquel tenebroso criminal que era el alma, vida, y sombrero de las Farc. Al desmentirla públicamente, con regaño implícito, la simbólica bofetada la propinaron Raúl Granda y ‘Jesús Santrich’, unos guerrilleros tan segundones como inflados. (En vida de Tirofijo este par no se hubiera atrevido a irrespetarla, bajo riesgo de ser ajusticiados por Tirofijo)

¿Y que hizo Sandra para merecer las bofetadas de este par de saltimbanquis? La viuda se limitó a revelar una verdad del tamaño de una catedral: que las Farc han tenido, tienen, y seguirán teniendo secuestrados; y que para legitimar y perpetuar el plagio en el tiempo, la guerrilla proponía ‘institucionalizar’ el ‘intercambio permanente’ entre los terroristas en la cárcel y los secuestrados. Granda y ‘Santrich’ corrieron a desmentir a la viuda: “En este momento las Farc no tienen prisioneros de guerra, ni retenidos de ninguna índole”.

Pero el daño estaba hecho. La viuda sólo confirmo lo que la inmensa mayoría de los colombianos sabíamos: que las promesas de las Farc que no tenían secuestrados no pasaban de ser una promesa, un ardid: nunca los terroristas habían abandonado este execrable delito. Lo que hoy pretenden es ‘institucionalizarlo’. Para muchos lo que si en el inicio de las ‘Conversaciones de Paz’ fue una sorpresa fue la advertencia del gobierno que a las Farc, cuando hacían promesas, había que creerles; y que instituciones como “País Libre” (que mantenían que las Farc seguían teniendo secuestrados) eran “mentirosas”. Hoy al gobierno no le ha quedado alternativa (en vez de decir sandeces e insultar a instituciones respetables como “País Libre”) que reclamarle a las Farc pronunciamientos claros y categóricos sobre el secuestro. Pero en vez de reclamarle a las Farc, el gobierno – bajo la firme e irrevocable amenaza de levantarse de la mesa – debería exigir es que los países garantes obliguen a los terroristas a liberar de manera inmediata a la totalidad de los secuestrados. No hacer este reclamo sería una muestra de pusilanimidad.

No es suficiente para las Farc abofetear a una viuda para disimular que siguen secuestrando. Pretenden igualmente “institucionalizar” las ‘Conversaciones de Paz’, exigiendo por medio de la “Cruz Roja Internacional” convertir dichas conversaciones en un ‘mandato constitucional’. Además de disfrutar de vacaciones permanentes en La Habana por cuenta de los contribuyentes, las Farc pretenden, por medio de interminables conversaciones, dilatar la paz, perpetuar la guerra, y que el ‘blá…blá…blá…’ no tenga limite en el tiempo . Santos, que sabe que “a perro no lo capan dos veces”, ha dicho sin ambages que las conversaciones llegan hasta noviembre del 2013, punto. ¡En este pronunciamiento lo respaldamos la totalidad de los colombianos!

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