Por: Carlos Fradique-Méndez

La FAMILIA es la célula fundamental de la sociedad y la familia tipo la forman mamá, papá e hijos. Se extiende a los suegros, cuñados y parientes cercanos. Pueden faltar personas, lo que da lugar a otros tipos de familia, bien conocidas en nuestra sociedad.

Una familia puede estar disgregada por muerte de uno de sus integrantes, por divorcio o separación o por antipatías entre quienes conviven bajo el mismo techo. No es fácil entender por qué las personas se casan, con ceremonia o por el mero consentimiento, para vivir juntos en repulsa, contradicciones, en censuras por hechos que en otras personas ven con agrado y complacencia.

La NAVIDAD es una fiesta para disfrutar en familia, con toda la familia. Es una fiesta para estar feliz, para estar happy, soyez, FELICE, FROH y todas los demás sinónimos en el mundo entero. La felicidad no tiene idioma, es un sentimiento, un estado del alma que nos hace ver todo bien, nos da satisfacción, nos da paz, nos genera tolerancia y nos hace sentir que todo lo tenemos y en abundancia. El ser humano es feliz si quiere y es infeliz si se lo propone. Somos los arquitectos de nuestro propio destino.

Por eso es maravilloso compartir estas fechas con quien nos dio la vida y con las personas a quienes les hemos dado la vida y con quienes se han entregado y nos han recibido para dar vida. En la navidad, es el nacimiento de una nuevas esperanzas, de muchas alegrías, de nuevos sueños, damos regalos para agradar y recibir un abrazo o un beso. La gratitud no tiene fronteras, ni formas o maneras especiales. Es la gracia, el favor de la vida y por sobre todo de la vida sin dolores, ni angustias. Eso es lo que deseamos a nuestros miembros de familia. Y si hemos o nos han establecido distancias en el afecto, en el respeto, en el amor, LA NAVIDAD es una buena ocasión para restablecer los vínculos y cambiar la actitud violenta, de rechazo, de desagrado por una de amabilidad, de aceptación del ser de la otra persona, de cambio hacia el compartir la vida que siempre será corta y que es gran tontería gastarla en riñas, críticas, reyertas o maldiciones por todo lo que parece tontería. La vida es para vivirla feliz y NAVIDAD es una época de reconciliación, de fortalecimiento de la amistad, de reconstrucción de la familia y de robustecimiento de los lazos y vínculos familiares.

El AÑO NUEVO en Colombia comienza el 1 de enero, según el calendario Gregoriano. Hay otras fechas en los calendarios Chino y Maya y otros. Los años no se acumulan. Los años se gastan y no es posible ahorrar un segundo en el tiempo. Por eso lo primero que debemos hacer en esta época es comprometernos a no desperdiciar un solo instante de la vida que nos queda. Si Ud. amigo lector ha vivido o ya se ha gastado 40 años de su existencia, lo más probable es que en condiciones normales le queden 20 o 30 años de vida. Comprométase a disfrutarlos, a generar bondad entre sus semejantes, pero en principio con su familia, no importa que no esté unida. Lime asperezas.

En el AÑO NUEVO se acostumbra a celebrar compromisos de cambio. Los más frecuentes son relativos a cosas materiales. Cambio de casa, cambio de auto, cambio de trabajo, cambio de dieta para bajar de peso, realización de un viaje que lleva muchos años programado. Hagamos el balance de lo que nos prometimos hace un año para saber qué metas alcanzamos. Es posible que ni recordemos cuáles fueron las promesas.

Para este año los invito a comprometerse y no a hacer promesas. Comprométase con su autoestima, con el amor y el respeto con su familia, a dar el 100% de confianza y bienestar para sus hijos, a ser, como lo aprendí de Don Antonio Ibañez, “hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy”. Empecemos ya, porque mañana puede ser nunca.

Gracias por reenviar y compartir este mensaje y por invitar a sus amigos de lista a que visiten www.radiosantafe.com Ir a economía y luego opinión.

Que la Divina Providencia les brinde felicidad en NAVIDAD y prosperidad en los años que les queden de vida.