Opinión

VENEZUELA, CLONANDO A CUBA

JULIO FERNANDO 2 (2) Por: Julio Fernando Rivera Vallejo

Comenzando el año y, cuando la rumba iniciada en la Feria de Cali, siguió en el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, continúa en la Feria de Manizales, prosigue en Las Corralejas del 20 de Enero en Sincelejo y remata en el Carnaval de Barranquilla, lo lógico sería abordar temitas suaves o de pretemporada.

Sin embargo, ya va siendo hora de olvidar que el 2.012 ´´ nos dejó una burra, una yegua blanca y una buena suegra ´´ y de empezar a pensar en lo que se nos viene encima, aparte, claro, de las alzas en los precios, la Reforma Tributaria, etc. Este preámbulo, sirve de licencia para meter basa en un tema que ha despertado interés y preocupación en la comunidad internacional.

La enfermedad del Presidente Chávez, tiene no precisamente ´´ Frías ´´, a las huestes oficialistas y a la oposición, que discuten acaloradamente en torno a lo que establece su carta magna para el caso de que el primer mandatario no se pueda posesionar el día fijado.

Mientras los contradictores del autodenominado Socialismo Bolivariano manifiestan que la imposibilidad física de Chávez para asumir el cargo exactamente el 10 de Enero, no se puede superar con la autorización concedida por la Asamblea Nacional para que aquel se posesione luego ante el Tribunal Supremo de Justicia, los voceros del partido de gobierno expresan que su líder ´´ no es un candidato electo, sino un presidente reelecto ´´, que por estar en uso de licencia por motivo de sus afecciones de salud, no requiere de tomar posesión de la primera magistratura en este momento, pues, se encuentra en ejercicio de sus funciones presidenciales.

Desde esta ventana se estima que pocas veces se ha esgrimido un concepto jurídico tan acomodaticio, pues, tal parece que se asimila la situación del nuevo mejor amigo de nuestro primer mandatario, a la de un trabajador que no se puede despedir mientras esté incapacitado. De ninguna manera aquí se puede aplicar esa analogía, por cuanto el período constitucional vence en una fecha determinada y, el 10 de Enero marca el inicio de un nuevo mandato, independiente de si quien lo debe ejercer es la misma persona que ha venido detentando el cargo u otra diferente. Según la Constitución del vecino país, de no poderse posesionar el mandatario electo, temporalmente debe asumir el Presidente de la Asamblea Nacional, que dicho sea de paso, pertenece a las fuerzas oficialistas.

Realmente, causa impresión el respeto de los chavistas a su caudillo, pues, si el encargo tuviera que recaer en un miembro de la oposición, sería entendible su reticencia, hecho que no se justifica en las actuales circunstancias y que solo tiene una explicación: el amor y/o el respeto, o mejor, el pánico que le tienen a su Comandante en Jefe, a quien quieren perpetuar en el poder, clonando el sistema cubano en el cual el mando se transmite sin el menor rubor al hermano menor, ahora y, después, vaya a saber a quién, so pretexto de mantener vigente una revolución que en el caso de los Castro, pudo tener explicación ante los excesos de Batista, pero que mal hace en pretender apoltronarse en el poder como las monarquías, obviamente de derecha, de los imperios que ellos dicen combatir.

El Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello (si, Diosdado, suena como Mesías, qué tal el sin tocayo), ante solicitud enviada por el Vicepresidente Ejecutivo de la República, Nicolás Maduro, ha dado, como su nombre lo dice, trámite al permiso para que el Camarada Hugo Rafael, no se juramente ahora, violando el compromiso moral y constitucional de hacer lo que les corresponde y deponiendo amores o temores; con su actitud, se establece un nuevo enclave dictatorial en la región, echando por la borda un proceso democrático, criticado y cuestionado si se quiere, pero al fin de cuentas democrático, en el cual el pueblo ha decidido mayoritariamente continuar con un sistema, lo que en forma alguna pude entenderse como la legitimación de otro diferente encarnado en una dictadura.

Lo de Diosdado Cabello, es un auténtico ´´ des cabello ´´ y lo de Nicolás Maduro, una muestra de que el populismo está aun ´´ in maduro ´´ para asumir la responsabilidad histórica de respetar su ordenamiento constitucional y la obligación de no ser gestores de un ´´ autogolpe ´´, en el que, eventualmente, ni su propio líder en medio de sus problemas de salud, puede estar interesado. Así como hay quienes son más papistas que el Papa, parece que hay más chavistas que Chávez.

Dios quiera (no Diosdado), que esos engolosinamientos de poder a costa de retorcer el ordenamiento jurídico no se propaguen y nos contagien por las aguas de los ríos que surcan nuestras fronteras.

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