Construyamos Familia Opinión

EL ARTE DE ELEGIR PAREJA (II)

Carlos FradiqueCarlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia

Para celebrar el contrato de matrimonio debe observarse una conducta semejante a la que se asume al celebrar otros contratos como lo reseñé en la columna anterior. Señalo solo unas de las muchas variables que deben tenerse en cuenta.

– La edad. El matrimonio se celebra para cuando la pareja esté en su tercera o cuarta edad. No tiene futuro el que una persona de 50 años se case con una de 20. Por lo menos para el de 50. Tampoco tienen buen futuro las parejas formadas por infantes o adolescentes. La infancia y la adolescencia no son compatibles con la progenitura y las cargas del hogar. Son edades de romances y sueños y cultivo de habilidades y fortaleces que en la edad madura ayudarán a vivir un estable y próspero proyecto de familia.
-La asunción de responsabilidades como padres. Un hijo demanda gastos por lo menos durante sus primeros 18 años y luego hasta los 25. En casos de incapacidad total, toda la vida. Por eso se recomienda que la progenitura, para que sea responsable, se asuma luego de tener casa y buen trabajo estable. La edad ideal es entre los 25 y los 30 años de edad. Antes o después puede ser un acto de insensatez.
– La estabilidad económica. La esperanza de que pronto se terminará la formación profesional y la persona logrará un buen empleo es solo una esperanza. El matrimonio entre desempleados no promete durar un buen tiempo.
-La honradez y respeto. El culto a la mentira y los comportamientos irrespetuosos son fuente de quiebre de la vida en pareja. El irrespeto pronto se tornará en violencia y ésta en fuente de pleitos y demandas.
-La responsabilidad y cumplimiento. El matrimonio genera obligaciones de cumplimiento inmediato. La vivienda, el vestuario, los alimentos, la salud no dan espera.
-Los antecedentes de familia. Una persona que ha tenido tres, cuatro o más relaciones seguramente fracasará en una nueva. No hay que creer en falsas promesas de cambio. No debe olvidarse que durante la conquista las personas engañan y aparentan tener virtudes o condiciones de las que carecen.
– La confianza. Quien desconfía de todo, el celoso, la celosa, el inseguro, se creerá dueño de su pareja y la tratará como prisionera.
– Compatibilidad de culturas. Las ideas religiosas, el ideario político, la ascendencia de familias criadas en diferentes países si no son compatibles pueden generar la terminación temprana del matrimonio.
– Las adicciones. El juego, el casino, el consumo de alcohol y licor, el sexos sin límites, la obsesión por un deporte, de la dependencia de la red y la tecnología, la ingesta de sustancias psicodependientes, atentan contra la estabilidad económica de la familia y frustran el proyecto matrimonial.
– La dependencia familiar. Quienes van a celebrar matrimonio han debido cortar el cordón umbilical respecto de sus familias. Quien debe pedir consejo o permiso a su padre o a su madre para tomar decisiones no podrá asumir las responsabilidades propias de su hogar.
– Proyectos de vida. Quien no tiene proyectos de vida se anquilosa y perdura con sus costumbres y valores. Nunca progresará y su ayer y su mañana serán una proyección inmutable de su presente.
-El conocimiento previo. El noviazgo es una relación de familia que debe rescatarse. La convivencia sexual sin un compromiso serio de formar familia rompe los vínculos de respeto entre hombre y mujer y pone en peligro el compromiso de fidelidad. Además el noviazgo es para conocer e investigar y comprobar todos los aspectos enunciados anteriormente.

Por su puesto que no se trata de que todas las parejas sean perfectas, que en la realidad no existen. Se trata de formar parejas capaces de sacar adelante un proyecto de familia, bajo el entendido de que la familia es la más importante empresa de una nación, tanto que la consideran como la célula o núcleo fundamental de toda sociedad.

Las sociedades han progresado en grados de tolerancia y de respeto al libre desarrollo de la personalidad de sus conciudadanos. En muchos países han reconocido derechos a las parejas constituidas por personas del mismo sexo. Para estas parejas también se recomienda tener en cuenta estas sugerencias.

En todo caso es importante firmar contrato prenupcial o de capitulaciones matrimoniales. Pero deben ser unas buenas capitulaciones que ayuden a prevenir divorcios y pleitos.

Los comentarios están cerrados.