La Fiscalía acusó hoy al subteniente de la Policía Rósemberg Madrid Orozco, al subintendente Juan Carlos Leal Barrera, el abogado Héctor Hernando Ruiz Echavarría y al conductor de buseta Jorge Eliécer Narváez por los hechos que rodearon la muerte del grafitero Diego Felipe Becerra el 19 de agosto de 2010 al norte de Bogotá.

El juicio contra estas personas arranca el próximo 5 agosto.

De acuerdo con las pruebas recaudadas se estableció que la escena del crimen fue alterada al ubicar en ella un arma de fuego, llevada por policiales de un CAI cercano, con el fin de vincularla a un caso de hurto en el cual supuestamente había participado Diego Felipe Becerra.

El menor de 17 años de edad murió tras un disparo por la espalda provocado por el patrullero Wilmer Alarcón, quien aseguró que se trataba de un delincuente que al parecer estaba armado.

En el caso del conductor de la buseta Jorge Eliécer Narváez quien dijo haber sido víctima del hurto en el mismo momento y área en donde sucedieron los hechos, responderá por falsa denuncia, favorecimiento de homicidio y fraude procesal, entre otros.

Por su parte, los uniformados irán a juicio por destrucción, supresión u ocultamiento de documento público, alteración de elementos de prueba, porte ilegal de armas de fuego y municiones, y falsedad ideológica en documento público en calidad de copartícipes.

De acuerdo con el delegado del ente acusador, el fraude procesal se constituye cuando los uniformados y el civil indujeron a error a funcionarios públicos, jueces, fiscales e incluso a respetables mandos de la fuerza pública.