Opinión

Sobre una propuesta y un comentario

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo

Pocas propuestas tan peregrinas, por no decir imbéciles, como aquella del Secretariado de las Farc (leída desde La Habana por el vocero Pablo Catatumbo) en el sentido de legalizar los cultivos ilícitos de coca. Es una propuesta ridícula porque Colombia no podría unilateralmente legalizar los cultivos ya que dicha medida requiere un consenso internacional que hoy en día no existe. La propuesta de los narcoterroristas por lo tanto es totalmente inviable, y de llegar a dar Colombia este paso unilateral se convertiría de manera inmediata en un ‘paría’ entre las naciones civilizadas del mundo. Para poder aún pensar en la legalización es necesario, como bien lo dice el Fiscal Eduardo Montealegre, llegar a un “un concierto de todas las naciones, un gran consenso universal que en este momento no existe”.

La propuesta de las Farc está enmarcada dentro de diez “propuestas mínimas” para una política antidrogas en Colombia que sea “integral”, “soberana”, “democrática”, “desmilitarizada” y orientada a los pobres del campo y a los consumidores. Haciendo abstracción de la arrogancia de los narcoterroristas en exigir “propuestas mínimas” como si ellos fueran los que estuvieran en capacidad de imponer condiciones, por lo visto lo que no entiende la guerrilla es que una política “soberana” en materia de drogas es una política suicida¡ O concertamos con las otras naciones lo que vamos a hacer en materia de legalizar la cocaína, o nos sacan a patadas del entorno internacional.

En segundo lugar, el presidente Juan Manuel Santos en su primer día de la gira por Estados Unidos ha afirmado que “Si hay acuerdo, se acaba la cocaína en Colombia”. Respetuosamente discrepo del señor presidente por dos razones fundamentales: la primera es que mientras que haya demanda por la cocaína, especialmente de Europa y de EE.UU, habrá oferta; y mientras que en Colombia podamos cerrar absolutamente todas las fronteras para impedir que salga la droga, habrá tráfico, especialmente a través de Venezuela donde la Guardia Nacional se ha llenado de oro permitiéndole a los narcos sacar la droga a través del vecino país. La segunda razón es que si bien las Farc son los principales narcotraficantes del país, no son lo únicos; y podemos tener la certeza que los frentes de las Frac dedicados casi exclusivamente al tráfico de droga van a seguir en el negocio, haya o no haya acuerdo en La Habana. Es así de sencillo¡

El que el negocio de la droga continúe no es óbice para buscar la paz.

Pero no nos hagamos ilusiones simplistas y bobaliconas¡

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