Los habitantes de la localidad de Mártires se llevaron una desagradable sorpresa cuando al rededor de las dos de la mañana del domingo, descubrieron por los fuertes ruidos que producían metales y concreto cayendo al suelo, que la fachada del antiguo teatro San Jorge, estaba siendo desmantelada por varios indigentes.

El ultrajado teatro declarado como bien de interés patrimonial, albergaba hasta 1.200 personas que vestían formalmente y debían contar con más de 15 años para presenciar las obras allí proyectadas.

Ahora, de lo que quedaba de su imponente arquitectura Art Deco propia de los años 40, sólo hay despojos resultantes del reciente asalto de puente de reyes, que se suma a varios sufridos por esta estructura desde su fundación en diciembre siete de 1938.

En 1999 un inversionista ya había prescindido de su interior para construir una bodega. Destrucción parcial que fue parada por un interés cultural. Sin embargo, las rejas dispuestas para evitar que habitantes de la calle accedieran al sitio, no fueron suficientes para impedir que estos arrancaran los marcos, puertas, ventanas, e incluso destruyeran la estructura de concreto de lo que pasó de ser una representación viva de la cultura Bogotana a un triste intento de edificación.

Según los testigos del hecho, los agresores callejeros huyeron de forma inmediata al albergue que representa para ellos el Bronx, tras alertarse de la presencia de la Policía en la zona.

El acto sólo deja unos trozos de metal que serán vendidos por indigentes dentro de un área perdida de Bogotá, y un patrimonio más, cercenado y agonizante, que se une al grupo de los muchos que le «quedan» al país.