Construyamos Familia Opinión

DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA (3)

Carlos Fradique Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia

TEMARIO DEL DIPLOMADO
La familia es tan antigua como el ser humano. Sin familias es imposible imaginar la existencia de la sociedad y de la permanencia de la humanidad. Hasta los años setenta se entendió que el ser humano estaba en capacidad de formar una familia a partir de su llegada a la pubertad bajo el entendido de que el hombre era apto para engendrar y la mujer para concebir. Y no se tenía conciencia de las exigencias que imponía el mundo para sobrevivir.

¿Qué temas deben estudiarse para educar para la vida en familia? Educar supone formar cultura de sana convivencia y de prosperidad en la empresa familiar y al mismo tiempo adquirir conocimientos para hacer realidad esa cultura. Entonces es necesario abarcar desde la proyección de la creación de la empresa familiar hasta su eventual liquidación. Los temas coyunturales son las personas, los bienes, la solución de diferencias o si se quiere de conflictos. Para el bien de las personas y por supuesto que la sociedad y de paso del País el ideal es que sus familias, consideradas como empresas, se constituyan fuertes, sólidas, con voluntad de supervivir a las necesarias dificultades que son propias cuando se trata de relaciones entre humanos. La sabiduría popular nos enseña que cada día trae su afán y la experiencia confirma que ese afán depende de las circunstancias que nos rodean. El trabajo, la salud, la economía, el entorno social y natural, los conflictos humanos, etc. Y lo inteligente es que estemos lo suficientemente preparados, informados para encontrar las soluciones que esos afanes demandan para salir triunfantes. Una empresa que es efímera, que nace improvisada, que se forma con socios que no se conocen y no tienen intereses afines, que no tienen unos estatutos o propósitos claros, que no ha proyectado su futuro a largo plazo, que toma la decisión de disolverse a veces sin darse el tiempo que es necesario para lograr el punto de equilibrio, es una empresa llamada al fracaso. Y sus socios serán fracasados, aun cuando no necesariamente fracasados de por vida.

Los socios de la empresa familiar deben comenzar por conocerse y poner sus cartas sobre la mesa con toda la honestidad y transparencia como llaman ahora al comportamiento honrado. No todo puede ser atracción, corazón y emoción. Se requiere seso además de la opción del sexo. Una empresa es un negocio y como la familia debe considerarse como la más importante empresa de una comunidad o sociedad, entonces constituir una familia debe hacerse con bases tan sólidas y claras que den seguridad de que será el mejor negocio. Por supuesto que no es un negocio únicamente en función del dinero o del patrimonio. Esto puede ser secundario. Es un negocio para lograr crecimiento personal, profesional, social, intelectual y claro que familiar. No es válido actuar con el presupuesto que de por el matrimonio se va al patrimonio. Sin embargo la vida nos da muchos ejemplos en los que hay personas se unen en familia con el propósito de mejorar su economía o su garantía de subsistencia futura. Casarse para convivir cuatro o cinco años y salir con casa, carro y beca no es mal negocio. Tener un hijo para recibir una pensión de alimentos durante 18 años no es mal negocio, salvo que se trate de pensiones pírricas como las que no superan el salario mínimo. Convivir con una persona mayor durante cinco años, para por el solo hecho de la convivencia salir pensionada o pensionado es uno de los negocios más lucrativos. Y pensar que esa convivencia con visos de fraude al Estado y de engaño simulado a la pareja, es propiciada por la misma ley.

La familia se constituye para garantizar de manera responsable la subsistencia de la especie humana. Los hijos demandan el cumplimiento de obligaciones personales y económicas. Todo gira alrededor de los conceptos de progenitura responsable. Y relacionado con el sostenimiento del hogar aparece la necesidad de manejar con tino y prudencia la economía del hogar o economía doméstica, incierta en esta época en la que la estabilidad laboral, los rendimientos del mercado, la seguridad en las rentas es incierto. Y a lo anterior hay que agregar el alto costo financiero de los créditos.

Entre socios habrá diferencias y lo primero que debemos aprender es a conciliar o a pedir soluciones equitativas a terceros. Y como la muerte es lo único seguro que tenemos al nacer, entonces debemos prepararnos para liquidar la empresa familiar, de tal manera que pueda proyectarse política y económicamente en nuestros hijos.

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