Opinión

Entre Facebook y Petro

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo

En una reciente edición del diario “La República” (Enero 27/14) aparece un estudio de la Universidad de Princeton en donde se asegura que entre 2015 y 2017 Facebook, la empresa de redes sociales que ha ido creciendo a pasos agigantados y actualmente cuenta con más de 1.200 millones de usuarios registrados a lo largo y ancho del planeta, perderá 80% de sus usuarios. Es un pronóstico audaz y posiblemente temerario teniendo en cuenta que el valor actual de la compañía se acerca a los 100.000 millones de dólares.

Según los dos investigadores de Princeton, “el fuerte crecimiento de Facebook es comparable con la dinámica de expansión de las enfermedades infecciosas tales como la gripe. Utilizando los mismos parámetros que se emplean a la hora de investigar el grado de expansión de este tipo de afecciones, los dos expertos han deducido que la red social ha llegado a un punto de inflexión y que la pérdida de usuarios será tan rápida como lo fue el crecimiento.” De hecho, los investigadores de Princeton comparan a Facebook con Myspace y su práctica desaparición, sustituida por otras redes como la propia Facebook. Myspace fue comprada en 2008 por 508 millones de usuarios y vendida en 2011 por US$35 millones. Según John Cannarella y Joshua A. Spechler, autores del estudio, Facebook sufrirá un descalabro similar con una pérdida de 80% de usuarios en dos años, de 2015 a 2017.

Aquí en Colombia las aves de mal agüero pronostican que la izquierda puede llegar a la presidencia en el 2018 por medio de Gustavo Petro. Me temo, sin embargo, que para esas fechas Petro puede pasar a ser tan irrelevante como Facebook, principalmente porque pretende es que los extranjeros, y no lo bogotanos o los colombianos, sean los que decidan su suerte.

Me explico: el primer ardid de Petro es que la Corte Interamericana de Derechos Humanos anule la decisión del Procurador, decisión que se ciñe estrictamente a lo que ordena la Constitución Nacional de Colombia, siendo la última artimaña de este saltimbanqui el tratar que sean los ‘payasos’ de Unasur los que decidan la suerte de los bogotanos. Me explico: el Registrador Nacional del Estado Civil, Carlos Ariel Sánchez, reveló que una cantidad no determinada de “observadores internacionales” de dos organismos como son la llamada Unasur (Unión de Naciones del Sur), y la Uniore (aparato aún menos conocido que pretende ser la Unión Interamericana de Organismos Electorales), se preparan para aterrizar en Bogotá dentro de unos días para inmiscuirse en el referendo de revocatoria del mandato del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, convocado para el domingo 2 de marzo de 2014.

Eduardo Mackenzie, un agudo analista, se pregunta: “¿A cuento de qué debemos aceptar el “acompañamiento” de un organismo que le ha demostrado a Colombia tantas veces su enemistad? Unasur apoyó la elección fraudulenta de Nicolás Maduro y rechazó todas las denuncias de irregularidades en las elecciones de Venezuela. Rechazar los planes de Unasur para apuntalar al chavista Gustavo Petro en la alcaldía de Bogotá compete no sólo a los bogotanos sino a todos los colombianos. Si dejamos pasar esta nueva incursión abusiva de Unasur, dentro de unos meses todas las elecciones de alcaldes, de las grandes y pequeñas ciudades colombianas, y de los gobernadores, y de los presidentes de la República, quedarán dependiendo del visto bueno de los bonzos cubanos, venezolanos, nicaragüenses y bolivianos.”

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