Construyamos Familia Opinión

DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA (5)

Carlos Fradique Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia

LA FAMILIA ES UNA EMPRESA
La familia, en sentido restringido es una empresa con fines personales y económicos. Hasta hace unos 50 años la familia se consideraba como la institución que tenía como objetivo primordial el de garantizar la subsistencia de la especie humana. Por eso el requisito principal para constituir familia, mediante la formalidad del matrimonio, era la edad para engendrar o concebir y la permanencia de la unidad familiar se fundaba en el estar los padres al lado de los hijos y la mujer al lado de su marido. En algunas familias, los padres se arrogaban el derecho a elegir el marido de sus hijas de tal manera que fuera educado, considerado de buena familia y con recursos suficientes para dar a su mujer una buena casa, carro y beca. La presentación externa era muy importante. Una vez que los gobiernos sienten el peso de una relativa sobrepoblación, del costo para sostener subsidios, del agotamiento de recursos para la subsistencia de la especie, del aumento acelerado de la industria y el desplazamiento de la mano de obra por máquinas de fuerza que hacen el trabajo que se lograba con muchas manos, la mujer logra ser reconocida como una persona independiente, como profesional competente, como competidora exitosa en muchas profesiones reservadas al varón y entonces las relaciones de familia, para bien, cambian sustancialmente.

Si antes la familia en sentido restringido era una unión de dos personas, o mejor de una mujer a un hombre, ahora se presenta como una unión societaria de dos personas en igualdad de deberes y derechos con fines personales y fines patrimoniales. Por esta elemental razón cambian los roles y requisitos primarios para formar familia. Antes de constituirla es necesario que tanto hombre como mujer valoren el presente y el futuro de la empresa que piensan constituir.

Por ahora digamos que una familia nacida de la improvisación, de la ignorancia de la persona con la que se formará sociedad, de actos sexuales irresponsables que dejan como secuelas embarazos, está llamada irremediablemente al fracaso y no a largo, sino a corto plazo.

La edad para formar familia es la de la madurez para crear vida, la de madurez profesional, la del equilibrio económico, la del respeto a la persona que será socia, la de la claridad de las relaciones personales y económicas que nacerán de constituir familia, de la garantía para crear y criar a los hijos, de la proyección con buena garantía de éxito de una vida digna para los integrantes del grupo familiar. Una vida digna no es una vida sin dificultades, sin altibajos, sin discrepancias, sin crisis, sin disgustos, sin dolor. No. En muchos casos estos eventos de angustia o dificultades son necesarios para fortalecer la vida en común. Lo que demuestra inmadurez es que ante el primer asomo de ruptura, los socios matrimoniales decidan terminar la empresa y en muchos casos sin una disolución y liquidación legales y justas.

Además de la edad, es necesario tener en cuenta los antecedentes de todo orden del posible socio o socia: Jurídicos, familiares, de salud, laborales, patrimoniales, responsabilidad social, etc. No hay que empeñarse en encontrar la socia ideal, el socio perfecto, el socio sin antecedentes reales de culpas o actos indebidos, Seguramente no se encontrará. Pero descubiertas las falencias no hay que confiar en que los hijos o el amor lograrán cambios profundos en las costumbres o hábitos del socio o socia. Los cambios radicales en las personas no son fáciles. Esa confianza puede ser traicionada y la empresa familiar fracasará. Y si fracasa, a lo que en esta época es difícil no apostarle, lo importante es estar preparado o preparada para que el divorcio se de con el mejor acuerdo, lo que es tanto como pensar en que el divorcio debe ser un buen negocio.

carlosfradique@etb.net.co

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