Más de una generación creció bajo su carismática figura. Era feo, pero con un ángel y un imán extraordinarios para cautivar a “chicos y grandes” y por esto no es exagerado decir que Colombia está de luto por su desaparición y ello se hace evidente especialmente en las redes sociales de Internet, en las cuales están circulando cientos de miles de mensajes.

Además, cientos de personas le rinden homenaje y lo despiden en la sala de velación de la Funeraria Gaviria, al norte de la capital de la república.

“Lamentamos de veras la muerte de ese gran personaje de la televisión que fue Pacheco. Se nos fue un gran hombre y un gran señor”, escribió el presidente de la Repúblcia, Juan Manuel Santos.

“Fernando González, PachecOo, caballero ejemplar y patriota superior”, reseñó el expresidente Alvaro Uribe.

“Un profundo dolor nos embarga a los colombianos con la partida del gran Pacheco, muchas generaciones disfrutamos su espontaneidad y alegría”, anotó el director de la Policía Nacional, el general Rodolfo Palomino.

«Todos los colombianos lamentamos la muerte de Pacheco. Crecimos viéndolo en la televisión», precisó la ministra de Cultura, Mariana Garcés.

También el presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo, interpretó el sentimiento de los colomnianos:

“Se fue uno de los grandes de la tv. Varias generaciones crecimos admirándolo”.

“Lamento la partida de Fernando González Pacheco, quien nos enseñó a los colombianos la importancia de la calidad humana en la televisión”, complementó.

«Hoy más que sentir tristeza por la suya, siento la inmensa alegría de haber conocido a un ser humano que entregó todo por lo que creía.Solo te tengo que decir adiós amigo, allá nos vemos, y gozaremos el espectáculo, llenos de alegrías y lejos de las tristezas», expresó uno de los grandes amigos–además socio–Carlos «el gordo» Benjumea.

Además dijo: «Nos unió el triunfo y el fracaso, la diversión y la tristeza, todo lo que marca la vida. Nos burlamos de lo lobo y de la falsa intelectualidad. Fuimos los más irreverentes, en resumen fuimos buenos amigos».

Otro reconocido amigo suyo, J. Mario valencia lo definió así: “Era un niño grande, una persona fantástica que hizo porte de la vida de varias generaciones de colombianos”.

“El más grande animador de la televisión colombiana”, sostuvo el periodista Daniel Samper Pizano.

Lo cierto es que Pacheco –simplemente así le llamaban todos–, además de furibundo hincha del Independiente Santa Fe, fue uno de los hombres más polifacéticos del mundo del espectáculo colombiano: presentador, actor, entrevistador, narrador taurino, boxeador, paracaidista y cantante, para citar solo algunas de sus facetas.

Operación Ja-Ja, Animalandia y Sabariedade, El Programa del Millón, Cabeza y cola, Quiere cacao, Siga la pista, Compre la Orquesta, Charlas con Pacheco.

Actuó en “Yo y tú”, “El manantial de fieras”, “El último asalto”, “Música maestro”, “La Caponera”, “Isabel me la veló”, la última producción en la que participó actoralmente. Además en sinnúmero de propagandas publicitarias.

Pacheco nació en España pero vivió en Colombia desde los cuatro años de edad, cuando su familia emigró huyendo de la Guerra Civil Española.

Su inmigración se facilitó pues su madre era sobrina del presidente Eduardo Santos. Estudió en el Colegio Francés y posteriormente cursó medicina en la Pontificia Universidad Javeriana sin haberse graduado.

Trabajó en la Flota Mercante Grancolombiana. Allí descubrió «que somos una pulga ante la inmensidad del mar» y donde en los momentos de descansos, tocando guitarra y cantando, animaba las veladas con sus compañeros, hasta que lo conoció Alberto Peñaranda, quien le propuso probar suerte en la naciente televisión, pero inicialmente no aceptó el reto, hasta que ante la insistencia del señor Peñaranda, decidió aprovechar unas vacaciones para ensayar. Así empezó su labor y reconocimiento en los medios colombianos.

Llegó a la televisión en 1957, gracias a Alberto Peñaranda, quien posteriormente fue el dueño de la programadora Punch. En esa época, todos los programas se hacían en directo, con lo cual el ingenio del presentador era más importante que su apariencia física.

Pacheco representa el espíritu de los pioneros de la televisión, que podían actuar en teleteatros e igualmente leer noticias o presentar musicales, destaca Wikipedia en su reseña biográgica.