Con más de 25 horas de programación, 17 bandas y un record de asistencia que trajo más de 40 mil personas al Parque Metropolitano El Country, además de conciertos, hubo actividades académicas y sociales, que fueron todo un éxito.
Hacía años ya que Cassandra Wilson tenía noticias del festival Jazz al Parque y hacía años que el festival quería tenerla en su nómina. El sueño se hizo realidad y el público bogotano tuvo el placer de verla en acción en una presentación que dejó claro porque ha llegado a ser catalogada como la mejor cantante del momento en Estados Unidos.
La artista compartió sus éxitos con un público ávido de su música, de su voz y de su encanto -por que estamos hablando de una diva- que aplaudió, coreó y celebró sus canciones en el cierre del festival de jazz más exitoso que haya vivido la capital.
Además de Cassandra, leyendas vivas del jazz como David Murray y Macy Gray, compartieron un perfecto escenario con bandas de primera línea, nacionales, distritales e internacionales.
Alejandro Fernández, Oscar Caucaly, Alfio Origlio, Bajos Distintos, Banda Magda Quantum, Sistematik, Raquel, Carolina Calvache, Ensamble Sinsonte, Violentango, Jorge Currea Penta Iris, Big Band Bogotá y Curupira fueron protagonistas de un despliegue magnifico de notas, tonos y colores musicales en los que además de brillantes saxofones hubo baterías, acordeones, guitarras y órganos infalibles.
Y es que fiel a su misión de visibilizar la vanguardia, la tradición y la pluralidad del jazz en sus diversas estéticas y sonoridades, explotando su capacidad de expansión sonora y su diversidad, el festival fue además nuevamente un escenario familiar en el que miles de familias bogotanas disfrutaron de las variadas alternativas culturales que ofrece la ciudad.
Al lado del moderno escenario del Planetario Móvil que, en el marco del festival, le permitió a cientos de espectadores descubrir el mundo de las estrellas, los bogotanos disfrutaron también con el Picnic Literario, donde pudieron acceder a diversas publicaciones del programa Libro al Viento y disfrutar, como no, de una exquisita oferta gastronómica y artesanal que alcanzó records en ventas.
Hay que anotar además que esta vez Jazz al Parque contó nuevamente con un componente académico que da continuidad a las actividades de formación en la ciudad, como parte de una estrategia de fortalecimiento de las propuestas artísticas existentes en torno a técnicas instrumentales, interpretación, creación y sustentos teóricos del jazz.
En conclusión, como se lo dijo Santiago Trujillo, director del Idartes, a Canal Capital que emitió más de 15 horas de festival en directo, “en Idartes trabajamos para que la gente de Bogotá se sienta viva y creo que con este festival lo hemos logrado”. Además destacó la impecable colaboración de la Policía bogotana, de la comunidad de Multicentro, vecina del Parque del Country, y al público en general que sobresalió -como deber ser- por su excelente comportamiento.
