Bogotá

Petro y la “fiesta brava”, una encrucijada por la Plaza de Toros La Santamaría

plaza-de-torosEl tema de la Plaza de Toros La Santamaría a puesto al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en el ojo del huracán, luego de más de un mes desde que comenzó este debate en donde se han realizado varios “van y vienen” con respecto a la llegada de los toros al centro cultural de la capital colombiana.

El alcalde Mayor de Bogotá explicó, hace algunas semanas, que aunque la «Bogotá Humana» ha sido enfática en no prestar espacios públicos para celebrar la muerte de animales, el Distrito realizará las obras de reestructuración de la Plaza La Santamaría, porque prima la vida de las personas que van a utilizarla, aún no estando de acuerdo con el uso que le van a dar a este espacio en un futuro.

Para esa época Petro Urrego explicaba que «la Plaza está a punto de derrumbarse y está a punto de derrumbarse porque desde el año 1.938 no le hacen arreglos, lo que tuvimos fue una edificación pública, porque es del Distrito, que se le entregó a una Corporación privada que durante generaciones han ganado muchísimo dinero, son unas cuantas familias muy poderosas de Colombia, pero nunca pesaron en que parte de ese dinero debía destinarse para arreglar la plaza”.

“La Corporación taurina dice que han entregado cerca de 11 mil millones de pesos y solo el arreglo de la Plaza en términos de sismo resistencia nos vale en este momento cerca de 18 mil millones de pesos», puntualizó el mandatario Distrital.

Adicionalmente, se recuerda que el pasado 11 de septiembre, la Alcaldía de Bogotá pidió anular el fallo por considerar que la Sala de Tutela al pronunciarse sobre el regreso de las corridas de toros a Bogotá, modificó la jurisprudencia de la Corte Constitucional en pleno, la Alcaldía Mayor interpuso ante esa corporación una solicitud de nulidad de la referida tutela y en su defecto aclaración a la sentencia.

Personajes como el concejal Marco Fidel Ramírez, propuso la convocatoria de una Consulta Popular, para definir si se eliminan o no las corridas de toros en la capital de la República.

El cabildante de Opcion Ciudadna, ponente del Proyecto de Acuerdo 237, dijo que a través de este mecanismo se legitimaría la protección de los animales y respaldaría la intencion de la alcaldía en este sentido.

Para Ramírez, la iniciativa Distrital presentada al Concejo de Bogotá, no es una solución de fondo para garantizar el bienestar animal.Considera inocua la modificación al Acuerdo 4/1978 que faculta al IDRD para fomentar la actividad taurina en la Plaza La Santamaría; patrimonio de la ciudad.

El cabildante de Opción Ciudadana, afirmó que las sentencias avalan como “cultural” tal actividad, y, desafortunadamente, no dan la posibilidad de prohibirla, sólo la condicionan.

Por tal razón, subrayó, una consulta popular es el instrumento de participación para la estocada final a la tauromaquia. Lo contrario es desacatar fallos de constitucionalidad.

Con respecto a las obras necesarias para el regreso de los toros a La Santamaría, el mandatario indicó que «los estudios que como sabíamos iban a ser cuestionados, iban a decir que los estudios se los inventó Petro para no hacer toros, fueron entregados al Ministerio de Cultura, se le van a entregar a la Corte Constitucional completos, son hechos por una entidad de máximo nivel científico internacional y lo que nos han dicho es que la estructura se ha abierto y su segundo piso no resiste peso de personas, por eso fue que la Alcaldía no organizó actividades culturales durante este tiempo, que hubiéramos querido».

El mandatario capitalino dijo que le va a pedir al movimiento juvenil que lucha por la vida y el planeta, que dedique esfuerzos para derogar la ley taurina, ya que ver toros no puede ser un asunto de derechos fundamentales, además porque el 80 por ciento de los bogotanos no quiere que sus bienes públicos sean usados para espectáculos de muerte.

Todo este misterio empezó en las primeras semanas del mes de agosto, cuando los novilleros tomaron la decisión de declararse en huelga de hambre, en un intento por buscar una reanudación de las corridas de toros en la Plaza La Santamaría.

Adicionalmente a este manifestación de rechazo, estos grupos han interpuesto una demanda a la Corte Constitucional contra el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro y la secretaria Distrital de Cultura, Clarissa Ruiz, en la que se alega la rescisión unilateral del contrato vigente hasta 2015 con los empresarios titulares de la plaza y la existencia de dos sentencias en las que se afirma nítidamente que los municipios no pueden prohibir los espectáculos taurinos en lugares dónde estos sean una tradición. Y no hay que olvidar que la fiesta de los toros lleva celebrándose en Bogotá desde hace más de doscientos años.

El regreso de la Fiesta Brava a la Plaza capitalina esta en el limbo, pues se esperan más debates, de todo lo nivel. Habrá que esperar la decisión definitiva frente al futuro del espacio público de La Santamaría.

Los comentarios están cerrados.