En las últimas horas las Farc han emprendido sus acciones criminales y terroristas contra la población civil en el norte del departamento del Cauca. La instalación de artefactos explosivos en un centro de salud en el corregimiento de San Andrés de Pisimbalá y la muerte de dos indígenas pertenecientes a la guardia de estos pueblos ancestrales en el municipio de Toribío, son los hechos puntuales en los que este grupo narcoterrorista afecta de forma directa al pueblo caucano, en una infracción contundente a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario.

En un primer caso, en el corregimiento de San Andrés de Pisimbalá, jurisdicción del municipio de Inzá en el norte del Departamento del Cauca, guerrilleros del Sexto Frente de las Farc instalaron a menos de dos metros del Centro Asistencial de Salud de la comunidad dos artefactos explosivos. En el lugar se encontraba expuesta una valla con propaganda alusiva al aniversario de la muerte de Alfonso Cano, quien fue máximo cabecilla de las Farc. Según inteligencia militar, los explosivos estarían listos a detonar al momento de llegar las tropas del Ejército Nacional a desmotar la valla.

Después de intensas labores militares, tropas de la Fuerza de Tarea Apolo orgánica de la Tercera División, lograron llegar hasta el sitio y confirmar que los elementos observados por la población civil, efectivamente se trataban de artefactos explosivos artesanales conformados por 2 kilos de pentolita, instalados en un lugar de alta afluencia de personal civil y en un sitio especialmente protegido por el DIH. La intervención de la unidad especializada de antiexplosivos del Ejército Nacional, fue fundamental para realizar la desactivación de estas cargas, las cuales fueron detonados controladamente en una zona alejada para evitar afectaciones a las vidas y bienes de la población.

Hay que recordar que hace apenas un mes, también en este corregimiento, esta misma fracción terrorista de las Farc al mando de Alias “Calixto”, “Machomán” y “Matías”, sembró cuatro artefactos explosivos aledaños a una escuela y a un parque infantil del lugar.

Con este hecho cobarde e irresponsable, los terroristas de las Farc querían “conmemorar” un año más de la muerte de su máximo cabecilla Alfonso Cano, abatido en combate por el Ejército Nacional en el desarrollo de la Operación Odiseo el 4 de noviembre del año 2011.

Por otra parte, y en otro hecho de enluta la población caucana, el día miércoles 5 de noviembre del 2014, el sexto frente de las Farc, vuelve a levantar sus armas en contra la población civil, esta vez las víctimas, fueron dos miembros de la guardia indígena del municipio de Toribío, quienes al exigir respeto a su territorio sagrado fueron agredidos de manera indiscriminada y luego asesinados de forma cobarde.

Con estos nuevos actos terroristas, queda clara la infracción por parte de las Farc del Derecho Internacional Humanitario en su artículo 3 común, al inmiscuir y afectar a la población civil. Estas acciones reiterativas con las que se pretende atacar la integridad de las personas y los bienes protegidos, se han realizado de forma sistemática y generalizada en menos de 24 horas, lo que firmemente hace evidente una práctica terrorista direccionada contra una comunidad indefensa, como lo es la población de San Andrés de Pisimbalá y las comunidades indígenas.

Por parte del Ejército Nacional en su actuar legítimo y constitucional, vale mencionar que se han realizado acciones para contrarrestar a este grupo terrorista, especialmente en el norte del Cauca y contra el Sexto Frente de las Farc que han permitido coadyuvar en la búsqueda de la paz y la seguridad de la zona.

Con el direccionamiento de operaciones ofensivas se han logrado golpes importantes contra estas estructuras, como la neutralización de sus máximos cabecillas: alias ´Jaimito´, alias ‘el Burro’, y alias ‘Machomán’, este último responsable de siembra indiscriminada de los explosivos en este parque infantil. De igual manera, el Ejército Nacional, a través de operaciones militares, ha logrado desmantelar en la zona general del municipio de Toribío grandes fábricas de explosivos y caletas, al igual que invernaderos y cristalizaderos pertenecientes al grupo terrorista.

Finalmente en un llamado directo, profundo y mancomunado, los colombianos de bien, organizaciones nacionales e internacionales y entidades protectoras de la vida y los derechos de las personas, debemos rechazar este proceder demencial de las Farc, y hacer sentir el respeto a la vida y reclamarla como un derecho fundamental.

El Ejército Nacional en aras de buscar la tranquilidad y acabar con el terror en esta zona del país, procederá contundentemente contra de los responsables de estas acciones que se atribuyen a ISMAEL VILLARAGA PASCUAS, alias ‘Calixto’ y alias “MATÍAS”, cabecillas principales del sexto frente de las Farc y la compañía Ambrosio González.