Opinión

Entre venias y viajes

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
Durante muchos meses el gobierno negó que el país navegaba en medio de un complejo entorno económico internacional en que el derrumbe de los precios del petróleo necesariamente iba a representar un serio problema fiscal para el Estado. Y lo negó no por mala fe, sino porque entre las alabanzas y venias de la ‘Gran Prensa’ y todos aquellos untados hasta el tuétano con la ‘mermelada’, se obnubiló y no se dio percató ni del mal tiempo que se aproximaba, ni que en el horizonte predominaban las nubes negras.

Pero no sólo fueron las venias que nublaron la vista, sino la permanente y constante preocupación con la paz. Sin descartar que la paz es deseable, NO es…no puede ser el único tema que atrape la atención del gobierno. En Colombia hay un buen número de problemas, principiando por la creciente inseguridad, la corrupción rampante, y la frágil generación de empleo que deben igualmente atraer la atención del primer mandatario y de sus ministros.

Finalmente hay un tema espinoso que es prudente que el gobierno agarre por los cachos: la creciente agresividad de los narcoterroristas del ELN. Este grupúsculo, que hace pocos meses contaba con menos de 2.000 hombres, ya tiene más de 3.000 efectivos y creciendo. Los ‘elenos’ se dan el lujo de decirle al Gobierno que no se sientan en la mesa si no está en la agenda el cambio radical del ‘modelo socioeconómico’ y el papel de las Fuerzas Armadas. ¿Y por qué están los elenos tan inflados? Porque una buena parte de secuestradores, asesinos, y terroristas de las Farc, ante la posibilidad de seguir cometiendo crímenes con total impunidad, ha pasado a engrosar las filas del ELN.

Lo que el país requiere es una ‘Gran Prensa’ menos lambona y servil ; un gobierno que, en vez de viajar, se dedique a resolver los grandes problemas que enfrentamos; y una mano bastante más dura y eficaz contra el ELN.