Todo comenzó con una bloguera de moda que cuelga un post pidiendo ayuda a sus seguidores. Al enseñarles el vestido que llevó la madrina en una boda reciente, sus amigas no se ponen de acuerdo: para unas es azul y negro; para otras, blanco y dorado. En sólo unas horas media humanidad se divide en dos bandos en medio de este debate tan trivial como fascinante. El vestido real es azul y negro, pero la cuestión es otra. El que ve el traje de un color lo hace sin dudar de su percepción, lo ve claro, y muestra una incomprensión y perplejidad absolutas hacia quienes se decantar por la otra opción. Como si fuesen de otro planeta. Esto es lo que ha convertido la foto en el fenómeno viral del año.