Las autoridades de Soacha informaron sobre la desarticulación de una banda delincuencial dedicada al expendio y distribución de estupefacientes, liderada por el temido microtraficante alias “Pedro Malo” heredero de una dinastía familiar dedicada al crimen que operaba en ese municipio del sur del departamento de Cundinamarca. Además de a captura de 23 integrantes de la banda, fueron decomisadas dos armas de fuego, munición, cerca de 7 mil cápsulas con bazuco, marihuana, licuadoras, grameras, 2 millones de pesos en efectivo y un vehículo.

Después de varios meses de labores de inteligencia e investigación criminal, que permitieron en un año, identificar el engranaje delincuencial y los roles de cada integrante de la estructura; y conocer las diversas modalidades, marcas y medios utilizados para la comercialización de drogas en 23 barrios del Soacha, la Policía del municipio dio u fuerte golpe a las estructuras criminales de esa zona aledaña a la ciudad, que permitió la captura del cabecilla alias “Pedro Malo” y 23 personas todas integrantes de la banda delincuencial más grande de la zona.

El trabajo coordinado con la Fiscalía Seccional de Cundinamarca, incluyó vigilancias, interceptaciones telefónicas a los cabecillas de la organización y la infiltración de agentes encubierta, entre otras acciones avaladas judicialmente.
Las pruebas recaudados, demostraron que esta banda participó en 15 asesinatos y serían vinculados a 17 procesos más por homicidio. Entre ellos, el de un líder comunal, el de un joven de 14 años y varias muertes relacionadas con disputas por el control del monopolio delincuencial de tres comunas en ese municipio.

Sobre el jefe de la banda, Pedro Alejandro Sánchez, alias ‘Pedro Malo’ las autoridades informaron que es heredero de una dinastía familiar dedicada al crimen. Actualmente permanecía en su residencia con brazalete del INPEC, en cumplimiento de una orden legal que le otorgó ese beneficio dentro de un proceso por tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.

Alias “Pedro Malo” estableció un emporio criminal dedicado al tráfico de estupefacientes y a la intimidación de la comunidad. Para sus fines se valía de menores de edad, que traficaban bajo la modalidad “express”, es decir, mediante la coordinación de la hora y lugar de la entrega de la droga, según el informe de las autoridades.

Los capturados fueron dejados a disposición de la Fiscalía, con anotaciones por diferentes delitos, entre los que se incluyen concierto para delinquir, homicidio, tráfico de estupefacientes, entre otros.