Un subintendente y un patrullero de la Policía Metropolitana, sin tener experiencia y en un acto heroico y arrojado, atendieron un parto de una joven indígena de 14 años, en el barrio La Favorita en la localidad de los Mártires, en el centro de la capital de la República.

La menor, una niña indígena de la comunidad Emberá Katío, que estaba a punto de dar a luz sobre una cobija, y quien permanecía extendida en el suelo, fue asistida por los dos agentes que llegaron presurosos al lugar tras recibir una llamada a la línea de emergencia 123.

«La niña estaba dando a luz, en unas condiciones muy malas (…) Ya era imposible desplazarla a un centro asistencial. Entonces, trabajamos para traer a este ser al mundo», contó el patrullero Luis Alberto Villalobos.

Después de hacerlo, llevaron a la joven madre y a su hija hasta el Hospital Materno Infantil, donde se recuperan. La recién nacida está en incubadora.

Pero no conformes con su arrojada acción, los valientes policías al ver que la niña no tenía ropa ni pañales, deciden reunir un dinero y cómprale a la recién nacida estos elementos.

«Nos dimos cuenta de que no teníamos nada. Compramos de nuestro dinero unos pañales y la primera mudita», agregó el intendente Javier Silva, quien también contribuyó.