Por: Luis Eduardo Forero Medina
La reforma constitucional “equilibrio de poderes”, aprobada por el Congreso, modifica el artículo 126 de la Constitución Política, prohibiendo la reelección del Contralor, Fiscal, Procurador, Registrador Nacional y Defensor del Pueblo.

Este último, cuyo período se le vence en un año, aspira a ser reelegido; sin embargo la nueva Cámara de Representantes valora el dictamen de la Comisión de Observación Electoral revelado en 2012, que concluye que Jorge Armando Otálora Gómez, no reúne los requisitos legales para ser Defensor del Pueblo. Pese a esa carencia se le escogió en agosto de 2012 en una sesión convulsionada. Las ternadas Emperatriz Linares , experta en derechos de infancia y Olga Lucía Gaitán, especializada en derechos humanos y conocedora de la Defensoría del Pueblo más que Otálora, se convertían en otras víctimas de la discriminación de género patrocinada por la Cámara de Representantes de 2010-2014. Ambas de la U. de los Andes no tenían apoyo de ningún partido político.
Otálora desde hace un tiempo es vinculado con William Vélez, el zar de la basura en Colombia, que no logró eludir las filtraciones del ‘Computador de Jorge 40’, cuya lectura del CTI de la Fiscalía es que Vélez era “testaferro” de Vicente Castaño Gil, ‘El Profe’, y que los paramilitares en desmovilización querían hacer una alianza con Vélez para incursionar en el negocio basurero en regiones del país. En las conversaciones filtradas se escuchan las que serían las voces de alias ‘El Alemán’, hoy libre, Mancuso; y alias “Mano leche”. Ramiro Bejarano se refiere a Otálora y a Vélez como “el festivo grupillo.. tiene más tentáculos inclusive mediáticos.”
Otálora es tristemente recordado como el autor de la masacre laboral ocurrida en la Defensoría del Pueblo hace poco más de un año. Fue liderada por el Vice, Esiquio Manuel Sánchez, quien incumplió un compromiso adquirido con los 2.960 defensores representados por el Colegio de Defensores Públicos de Colombia, en el sentido que en la entrevista-evaluación “se harán preguntas relacionadas directamente con el área de desempeño actual, del defensor ”. Sánchez advirtió tajantemente que si los defensores no se presentaban a la entrevista había “120 mil aspirantes” haciendo fila para postularse. Ante el ultimátum herodiano los cerca de 3000 defensores acudieron a la draconiana cita, en la que a los examinados no se les hizo varias preguntas como había dicho Esiquio Sánchez, sino que se formuló una única pregunta. El hoy Vice Defensor le mentía al país. Al otro día, en desarrollo de esa “argucia académica”, aplaudida por Otálora y posteriormente reconocida a Sánchez con su ascenso, mandó a la calle funcionarios de la tercera edad, pre pensionados y probablemente mujeres cabeza de familia. Funcionarios que tampoco tenían apoyo político.