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Farc piden desescalar el lenguaje y abandonar la propaganda negra y la estrategia juridico mediática de la Fiscalía en su contra

FARC -DIALOGOS CUBA–El desescalamiento del lenguaje, el abandono de las operaciones sicológicas, de la propaganda negra y la estrategia jurídico-mediática impulsada desde la Fiscalía contra las Farc, son pasos necesarios en la creación de confianza, la construcción de acuerdos y la ambientación social de la etapa del post-acuerdo, afirmaron en las últimas horas los cabecillas del grupo guerrillero que intervienen en las negociaciones de La Habana.

«El proceso de desescalamiento iniciado con el cese al fuego unilateral decretado por el secretariado de las Farc, a partir del 20 de julio del año en curso, complementado luego por el acuerdo denominado “Agilizar en La Habana y desescalar en Colombia» y el reciente anuncio presidencial de suspender los bombardeos contra los campamentos guerrilleros, ciertamente debe ser complementado con un cambio del lenguaje, que contribuya a descargar el ambiente, a generar mayor confianza entre las partes y ganar apoyo para el proceso en el conjunto de la sociedad, afirma un escrito publicado en internet por alias Carlos Antonio Lozada.

Añade que «así, pasar de un estado de guerra, como se intenta ahora en el caso colombiano, a un estado en el que la política recobre su sentido pleno, por medio de la interlocución entre las clases y los grupos sociales, implica dejar a un lado las armas y permitir que la palabra despliegue su potencial como expresión del pensamiento para que entre a jugar un papel preponderante en la resolución de las contradicciones y los conflictos existentes en la sociedad, por medios no violentos.

Lozada subraya que «el lenguaje cobra una singular importancia en el proceso de ir apagando las llamas que mantienen incendiados los ánimos de algunos sectores sociales» y advierte que «no carecen de razón entonces los llamados para que se inicie un proceso de desecalamiento del lenguaje belicista, en medio de los esfuerzos que se adelantan por superar más de medio siglo, en que el choque de las armas ha ocupado el lugar del debate político civilizado».

Dice que solo así se contribuirá a crear un clima propicio, no solo para el avance y culminación exitosa del proceso de paz de La Habana, sino que además estaremos sentando las bases para que pueda surgir un nuevo ambiente en el conjunto de la sociedad, donde se parta del reconocimiento del contrario como una condición necesaria para la reconciliación definitiva de la familia colombiana y la formación de valores fundamentados en la seguridad humana, el respeto a la vida, la integridad personal y la convivencia democrática».

Al pedir el desescalamiento del lenguaje, el negociador de las Farc destaca que «no deja de llamar la atención que haya sectores y personajes, que mediante un lenguaje guerrerista, y atrincherados en importantes medios generadores de opinión, se opongan de manera abierta al noble propósito de la reconciliación nacional».

Y concluye: El desescalamiento del lenguaje, el abandono de las operaciones sicológicas, de la propaganda negra y la estrategia jurídico-mediática impulsada desde la Fiscalía contra las Farc, son pasos necesarios en la creación de confianza, la construcción de acuerdos y la ambientación social de la etapa del post-acuerdo».

Este último planteamiento es una clara referencia al anuncio del Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, quien el pasado jueves anunció que para agosto está prevista la solicitud de imputación de cargos a la cúpula de la guerrilla de las Farc ante los jueces de la República.

“En el transcurso de este semestre empezaremos a formular imputaciones por crímenes de guerra contra los máximos responsables de las Farc. Así, a finales de agosto vamos a empezar a solicitar y formalizar estas imputaciones ante los jueces de la República”, señaló el fiscal.

“Estamos hablando en principio de personas que forman parte de la cúpula, de la estructura jerárquica de las Farc. De las personas que durante décadas han formulado políticas que, obviamente, están en contra de los derechos humanos, la política de secuestro, la política de reclutamiento de menores, la política de desminado”, subrayó el fiscal.

La víspera, como lo informamos oportunamente aquí en la web de Radio Santa Fe, los cabecillas de las Farc también emitieron un comunicado para rechazar «enfáticamente la continua campaña mediática» en su contra «con el objetivo de demonizarlas, presentándolas como violadoras sistemáticas de los derechos de las mujeres» y aseguraron que «nada más ajeno a la realidad de una insurgencia que en sus filas cuenta con el valioso aporte de muchas mujeres que conforman el 40% de sus integrantes».

Al respecto negaron que las mujeres incorporadas a sus filas sean objeto de ultrajes y llamaron las acusaciones en este sentido “falsos positivos sexuales”.

Además señalaron que «la violación es un delito que se paga con la máxima pena», aunque sin especificar cuál es esa «máxima pena».