Por su participación en una conspiración internacional para lavar dinero producto del la fabricación, distribución, y comercialización de droga, la justicia de EE.UU. condenó a siete años de cárcel y tres más de libertad vigilada a Fredy Alonso Mira Pérez, alias “Fredy Colas”, cabecilla de la temida organización “la Oficina”.

Así lo determinó el juez Douglas P. Woodlock, de la corte del Distrito de Boston, al proferir fallo condenatorio contra el narcotraficante, a quien se le decomisó una cifra de US4 millones producto de sus acciones delictivas, y adicional tendrá que pagar una multa de US25.000.

«El señor Mira no tenía un documento abierto en este país pero el Departamento del Tesoro lo incluyó en la Lista Clinton el 26 de junio del año pasado y eso fue suficiente para que se sometiera a la justicia de Estados Unidos y aceptara cargos por lavado de activos producto del narcotráfico», explicó una fuente federal.

Así mismo, a través de un comunicado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló que Mira Pérez fue un importante jefe de la Oficina de Envigado que «cobraba una comisión de cuarenta por ciento a nombre de la Oficina» y cuya ganancia era reinvertida financiar «operaciones en curso» de la organización criminal.

La evidencia es su contra fue tan contundente que el capo decidió negociar a pesar de que en Colombia no tenía procesos abiertos. De hecho, por error de la Policía, se le tenía identificado con otro nombre y en las tres ocasiones en las que fue capturado, tuvo que ser dejado en libertad.

Información de inteligencia señala que Mira pertenecía a la ‘Oficina de Envigado’ desde hacía 14 años y manejaba redes de narcotráfico y de blanqueo de dinero.

El Departamento de Justicia de E.U. informó que el pasado abril, “Fredy Colas” había realizado un preacuerdo para aceptar la culpa por lavado de activos provenientes del narcotráfico, a cambio de una rebaja en la sentencia.

El delincuente se había entregado a la DEA el 31 de marzo en Bogotá, tras unos acercamientos que duraron un año. En ese tiempo, la Policía y el CTI lo habían arrestado dos veces en Medellín, para liberarlo pocas horas después debido a que en Colombia no tiene órdenes de captura.