Opinión

Comentarios al margen

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
Uno debe aceptar que ha perdido la guerra cuando empieza a utilizar el lenguaje que le impone el enemigo y de alguna manera a recomendar que a ese mismo enemigo se le trate con una consideración que no merece.

En el primer caso, vemos como el actual Ministro de Defensa, Luís Carlos Villegas, está tan perdido como desubicado. Para el columnista de El Tiempo, Mauricio Vargas, “La credibilidad de Villegas anda mal desde que llamó “retención indebida” el secuestro de un soldado por parte de las Farc. A diferencia de su antecesor, Juan Carlos Pinzón, que nunca tuvo pelos en la lengua, Villegas llegó para edulcorar el lenguaje de esa cartera con las Farc, y ofrece con ello un espectáculo ridículo.”

Por otra parte, nos exigen que modifiquemos el lenguaje con que denominamos las actividades criminales de los narcoterroristas. Es decir, que a pesar de traficar con drogas y cometer actos terroristas, a las Farc no se les puede dar el calificativo de narcotraficantes, y mucho menos de terroristas. Al autor de esta nota la recomendación es tan ridícula como estúpida. ¿Si al vino lo llamamos ‘jugo de uva fermentado’, deja de ser vino?

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Como bien lo resaltan los medios, “El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, vuelve a ser “comidilla” en las redes sociales por una nueva metida de patas, esta vez al “imponer” una nueva unidad de medida: “el milímetro de segundo”. Según Maduro cuando conoció a su comandante Hugo Chávez “no dudé ni un milímetro de segundo para estar a su lado”…

El finado Chávez había destacado esa faceta de chófer de Maduro, a quien proclamó como sucesor en diciembre, antes de viajar a Cuba, para su cuarta intervención quirúrgica, previendo las consecuencias de la misma. “Miren dónde va Nicolás, el autobusero Nicolás. Era chófer de autobús en el metro, y cómo se han burlado de él”, fueron las palabras que pronunció Hugo Chávez cuando nombró a Nicolás Maduro vicepresidente de la República. Por lo visto Chávez no quiso irse a la tumba sin haberles gastado una broma a los venezolanos.

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