Opinión

PREMONICIONES POLÍTICAS EN EL NORTE ANTIOQUEÑO PARTE DOS

Diego Calle Pérez Por: Diego Calle Pérez. Profesor e Investigador Social Independiente.
Es un extenso valle rodeado de lecherías todas ellas con un solo dueño.

Hace 50 años se transformaron en tierras productivas para la cría y explotación lechera, agregando a su plusvalía el engorde de cerdos, la producción de tomate de árbol, la confección de bluyines y el empaque de pandequesos y quesitos para comercializar en varios departamentos de la costa y eje cafetero.
Cada que un alcalde se llena de orgullo impulsa el cuento aquel: “queremos ser provincia”, pero nunca llegan ni a una asociación municipal. Manifiestan cierto orgullo por su palacio municipal, aunque saben que hay un palacio episcopal centro de diócesis. Estos municipios son los más nombrados y ostentan el mejor desarrollo industrial. Los habitantes de los municipios vecinos, han mirado con cierta rivalidad al municipio central, porque tiene más credibilidad y “el señor de dueño de las vacas”, se siente mejor que en su pueblo natal.
En el municipio central se aprecian de haber encontrado una fórmula con elixir mágico para elegir el príncipe o la reina que los gobierne. La gran reina este año le tocara trabajar más en la campaña, no como la de hace 20 años atrás que con el voto amarrado a ella ganaba sobrada y se convertía en alcaldesa después de entonar las letras del himno nacional. Ya no pesa tanto la bendición del báculo protector del gran señor dueño de la vacas, ya no se le obedece tanto al jefe “el diputado mudo”, ya no empacan las gentes en los buses y camiones como terneros, ya en todos los municipios existe más conciencia ciudadana. Los que se creen caciques, torcieron sus banderas y su gente para el bando que los protege de quedarse sin el pan y sin el queso.
Algunos trabajadores independientes de los municipios cercanos al central, que tiene curia episcopal, están mirando con recelo la proliferación de consignas que marcan cambios de estructura social. Tienen temor de que la ciudadanía ya no les coma carreta y se dejen intimidar, ya ven con dificultad que los ciudadanos les reciban el ficho con el almuerzo para el día electoral, una beca, un subsidio, una promesa. Algunos candidatos piensan en la operación avispa y son genios para contar votos por detrás de la puerta de la registraduria, como lo hacían años atrás.
El municipio satélite no se sabe cuál será, si el que está más cerca del cerro quitasol, subiendo por la cumbre o el de la centralidad del valle de los osos, o aquel que se denomino puerto seco del norte medio y parte del bajo cauca. Las señoras, algunas tan indiferentes a la política, piensan en cuál de los candidatos les traerá tranquilidad para las noches que sus hijos salen al parque principal.

Una pequeña revolución pacífica del voto de opinión se riega por todo el valle de los Osos, buscando con ello consolidar una nueva manera de administrar los municipios que tienen las mismas condiciones geomorfológicas de tierras con tonalidades verdes y el mismo gris del frio de la meseta.
Lentamente y cada cuatro años como lo demanda la Constitución y la democracia tendremos campañas y el municipio central irá cediendo su poder territorial en lo político, pero no en lo religioso, que por demás se debe fortalecer para las nuevas vocaciones del papado de Francisco el que habla Italiano, latín y castellano. Los filtros para los que piensan y quieren repetir alcaldías se están fortaleciendo desde los municipios con mayor población, en especial para el puerto seco y los otros restantes, están buscando otro menos malo de los que ya pasaron y posaron para la foto del recuerdo, sin que el que venga deje de hacer la carretera para la vereda donde consigue finca.
¡Será necesario ir hasta los pueblos vecinos para alertar por la trashumancia electoral y marcar con tinta indeleble la cara del posible príncipe o reina que gobierne! Esperemos quienes serán los favorecidos en el Valle Lechero del Norte Antioqueño.