Por: Luis Guillermo Grillo Olarte
Si bien es innegable que el tema de la paz en colombia ha tenido un desarrollo dinámico entre negociadores de las dos partes, considero que ha sido definitivo no solo el apoyo del gobierno de cuba, sino igualmente ha sido fundamental el apoyo de otros estados, la iglesia católica y varios organismos internacionales.

Considero que esta presión internacional contínua y permanente ha logrado llevar este proceso a un lugar de no retorno.
Considerar este hecho como un logro de nuestra política exterior, es válido, pero los costos para otros temas de interés nacional, parecen haber sido enormes, resulta duro aceptar la paliza que nos dieron en la oea en el tema de los colombianos deportados y maltratados sin un mínimo de condiciones humanitarias desde venezuela, igualmente me preocupa el tema de las crecientes pretensiones nicaragüenses sobre el tradicional mar colombiano.
Si bien es igualmente cierto que en temas económicos internacionales como nuestro ingreso a la ocde, nuestra inserción a la economía global, el libre comercio bilateral y multilateral, existen rutas y avances significativos en los temas políticos, seguimos rajados. No viene al caso más que recordar la infinidad de constantes incidentes con venezuela y ecuador, cuya solución no parece estar al alcance de nuestra política exterior, igualmente me parece inaceptable las condiciones en que se encuentran muchos de nuestros connacionales que se encuentran por el mundo.
La política exterior del país merece que se haga un mayor esfuerzo para que pueda funcionar adecuadamente, los nombramientos de amigos personales y políticos es un tema que nos ha dejado costos infinitos.
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En estos momentos es importante recordar el decreto 2016 de 1968 del presidente carlos lleras restrepo, que fue el inicio de un proceso que parece no ir para ningun lado.
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